El 17 de enero de 2019, un atentado a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, dejó 22 cadetes muertos y 80 personas heridas.
Por este crimen fueron capturadas 5 personas, identificadas como Miguel Antonio Castillo Rodríguez, Angie Lorena Solano Cortes, Andrés Felipe Oviedo Espinel, Carlos Arturo Marín Ríos y Jessica Catherine Barriendos Castilla, presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El pasado 20 de febrero, la Corte Suprema de Justicia, dejó en libertad a estos personajes por vencimiento de términos, el alto tribunal negó, por improcedente, una tutela con la que buscaban la recaptura de los investigados.
También se tiene en cuenta que el 11 de mayo, fue condenado a 17 años y tres meses de cárcel Wilson Arévalo Hernández, alias “Chaco”, quien hace parte de los responsables de este terrible atentado.
La fiscalía probó no solo que Wilson Arévalo perteneció al frente Domingo Laín Sáenz del Ejército de Liberación Nacional (ELN), sino que también se comprobó que para concretar el atentado, este hombre constituyó una empresa de lácteos, Villa Esperanza, que además de servir para lavado de activos, también prestó sus vehículos para transportar armas, explosivos, equipos de comunicación, material de intendencia e incluso a cabecillas del ELN.