Dos pesos pesados del gabinete del presidente Gustavo Petro son los protagonistas de un nuevo episodio de fuego amigo en la Casa de Nariño. Estos son los ministros del Interior, Armando Benedetti, y el de Justicia, Eduardo Montealegre.
«Vamos a ver, que tan “gallito de pelea” es Benedetti, cuando la Corte Suprema de Justicia lo meta muy pronto a la cárcel por corrupto», se lee en uno de los mensajes dirigidos por el ministro de Justicia contra el del Interior en el chat de WhatsApp que integran todos los ministros del gabinete y que reveló W Radio.
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Pero esa fue la parte final. La discusión arrancó por el complejo panorama que enfrenta la ley de ‘paz total’ para el sometimiento de grupos criminales en el Congreso de la República. Montealegre dejó ver que el encargado de la política habría dejado dicho proyecto, uno de los más importantes que plantea el Gobierno en la recta final de su mandato, por fuera de sus prioridades.
«Como van las cosas, ni siquiera se discutirá este proyecto en comisión primera de Cámara. La oposición es tramposa. Y, Benedetti, que solo sirve para hablar paja y sembrar caos, ahora ya no tiene ningún interés en el proyecto, como lo hizo al principio. Así no se puede. El Titanic de la paz, se hundirá.”, escribió el ministro de Justicia.
Además, Montealegre dejó ver su molestia por recientes apariciones de Benedetti en la prensa con las que dejó mal parado al gabinete del presidente Petro, incluso tildándolo de «flojo«.
Montealegre sugiere al ministro del Interior salir del Ejecutivo. «Benedetti es un “tibio”con la paz total. Solo le interesan titulares de prensa y desprestigiar a los compañeros de gabinete. Ahora posa de macho alfa del Gobierno. Benedetti: ya ha causado muchos daños. No sea fantoche. ¡Váyase ya! No más. Este ministerio le quedó grande, sea serio, Yo necesito su ayuda. La necesita el presidente”, se lee.
Por otro lado, la seguidilla de mensajes de Montealegre termina con la idea de que el exembajador en Caracas habría dinamitado al Gobierno desde su interior gracias a filtraciones a los medios de comunicación. «Benedetti sigue con el mismo modus operandi: grabó una conversación privada con Laura Sarabia, y luego la filtró a semana, para crear la crisis más grande que ha tenido este Gobierno. Tras de ladrón, bufón. ¡Qué peligro! Aquí el clima laboral lo está haciendo invivible Benedetti, insultando a los ministros y propiciando el caos, ¡Qué belleza!”, sentenció.
A diferencia de Montealegre, Benedetti se limitó a responder. «No Le he hecho nada malo para que hable así de mí. ¡Déjeme quieto! ¡Y bonita forma de pedir ayuda! No leeré más este chat».
Ahora bien, no es la primera vez que Benedetti se enfrenta a otro miembro importante del Ejecutivo. El primero de todos y que le valió al Gobierno su mayor escándalo fue el pulso que sostuvo con Laura Sarabia. Todo empezó con los audios revelados por Semana en los que se escucha a Benedetti reclamando espacio a Sarabia y en los que sugirió que dineros irregulares habrían entrado a la campaña de Gustavo Petro a la Presidencia.
Tras regresar al gabinete tras estar varios meses en la FAO, Sarabia le entregó a la Fiscalía unos audios “que no han sido conocidos” de una controvertida conversación suya con el ministro Armando Benedetti, su otrora mentor y hoy antagonista.
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Tanto Sarabia como el núcleo duro de la izquierda (Susana Muhamad, Gloria Inés Ramírez y Gustavo Bolívar) manifestó en un consejo de ministros televisado sus reparos por la presencia de Benedetti en uno de los cargos más importantes del Ejecutivo.
En la guerra interna también apareció Augusto Rodríguez, jefe de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Lo que pasó, ni más ni menos, es que Rodríguez, el ex -M-19 más cercano al presidente responsabilizó a Benedetti, de ser el canal del intento de infiltración de Diego Marín, el ‘Zar del contrabando’ a la campaña del 2022.
El último episodio de conflicto fue con Alfredo Saade. El exjefe de despacho no asumió de buena manera la suspensión de la Procuraduría por el caso pasaportes, y responsabilizó al ministro del Interior y a la excanciller Laura Sarabia, de su salida. En un trino los señaló de supuestamente estar aliados para marginarlo del seno del primer mandatario.
Aunque Benedetti respondió señalando que no tuvo nada que ver con la salida, el autodenominado pastor insistió en sus señalamientos en contra del encargado de la política en el gobierno de Gustavo Petro.
En la mayoría de estos episodios quienes intentaron mantener el pulso con Benedetti terminaron saliendo del Gobierno.