Un general de infantería de la Marina fue delegado por el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, para liderar una investigación contra el comandante del Ejército, general Luis Ospina, por ordenar seguimientos al parecer ilegales contra el profesor de inglés de su esposa.
Se buscaba determinar si el general Luis Ospina usó la Inteligencia y Contrainteligencia de la institución para hacer seguimientos al profesor de inglés de su esposa. Sin embargo, ante esto, la institución aclaró que este tipo de misiones son diferentes y “están claramente consignadas en la Ley Estatutaria 1621 de 2013″.
Así mismo, en el caso específico de la función de Contrainteligencia, “las actividades buscan anticipar, prevenir, detectar y neutralizar acciones para proteger al personal, las instalaciones, el material y la información”.
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Por eso, el Ejército afirma que es allí donde se sustenta la facultad del comandante del Ejército para “ordenar a la Unidad Militar de Contrainteligencia adelantar actividades de verificación, frente a una información que alerta sobre una posible vulneración de la seguridad e integridad del comandante y su núcleo familiar, y, de manera general, a la comunidad que vive y transita diariamente en los cantones militares y académicos ubicados al norte de la capital”.
Sin embargo, ante las pocas respuestas de por qué se habrían usado recursos públicos para hacer seguimientos e interceptaciones al profesor de inglés de su esposa, la Procuraduría General de la Nación anunció la apertura de una investigación disciplinaria al comandante del Ejército.
Dentro del análisis del ente de control, se determinará si, además, el general Ospina habría ordenado un montaje, acusando sin prueba alguna a un ciudadano de pertenecer a las Disidencias de las Farc y así justificar dichos seguimientos.