La infraestructura de red impulsa la transformación digital en la educación
En un campus educativo convergen infinidad de soluciones tecnológicas IP. Este es el caso de las redes Wi-Fi y de videoconferencia, como también de tableros interactivos, aulas digitales, salas de cómputo, laboratorios, escritorios virtuales, servidores de contenido y servicios de streaming, entre otras plataformas de hardware y software. Todas estas aplicaciones se conectan través de una red Ethernet.
Algunos ejemplos de soluciones que han ingresado al mundo IP son: la videovigilancia, que cambió cuando las cámaras que usaban tecnología analógica se convirtieron en digitales; la iluminación, con lámparas que se conectan por medio de un puerto de red, los parqueaderos; así como todos los sistemas electromecánicos de un edificio, cuya gestión se automatizó gracias a su transformación a IP.
“El componente más importante de la red Ethernet es la infraestructura de cableado, pues esta es la base sobre la cual viajan los datos. Es por eso que la selección de la infraestructura de redes se debe hacer a conciencia. Para esta decisión, expresiones como cable es cable y cualquiera hace lo mismo, constituyen un error fatal”, explica Jaime Muñoz, Gerente de Cuentas para Colombia de Panduit.
Un campus educativo requiere de una red de alta eficiencia, debido a que de ella depende la calidad de los servicios que se ofrecen a los estudiantes y colaboradores. Una mala señal de internet puede ser la causa por la que una clase no se pueda dictar, o un estudiante deje de completar un examen.
El bienestar de los estudiantes va muy relacionado con las prestaciones tecnológicas de la institución y estas dependen de un nivel óptimo de la red. En este mismo sentido, así como el acceso a internet es fundamental dentro del campus, también lo es que todos los sistemas funcionen eficientemente.
Una decisión estratégica.
“Cuando se planea una infraestructura de red, se está decidiendo sobre una solución que debe funcionar perfectamente, por lo menos 25 años. Así como el cableado eléctrico y la tubería hidráulica, entre otros, resisten el paso del tiempo, la infraestructura de cableado también. Esta debe permitir de tres a cuatro actualizaciones de los equipos activos que conforman la red (switches), sin perder sus capacidades originales y manteniendo un rendimiento del 100%”, asegura Jaime Muñoz.
Para lograr que la infraestructura de red se mantenga en excelentes condiciones, incluso después de un cuarto de siglo, es necesario elegir cableado de alta calidad. Si bien una institución educativa, como cualquier otro consumidor, puede escoger entre diferentes opciones y precios, lo responsable es elegir una infraestructura que soporte una amplia gama de servicios de red y que cumpla con los requisitos medioambientales y de reglamentación.
Es importante tener en cuenta que una empresa líder en infraestructura de red invierte en investigación y desarrollo, asegura las mejores prácticas de fabricación, garantiza la resistencia de los materiales y asegura el cumplimiento de estándares y normas internacionales.
En este mismo sentido, seleccionar un cableado estructurado de mala calidad, se traducirá en una infraestructura que funcionará correctamente por un periodo máximo de seis años. Posteriormente, creará lentitud en la red y afectará la prestación de los servicios, hasta producir una caída total.
No tiene sentido que un edificio deba ser recableado a los ocho o diez años debido a una infraestructura de red inadecuada. En promedio, un edificio se remodela al cumplir 20 años o más. Remplazar el cableado estructurado es prácticamente remodelarlo, pues requiere de mucha obra civil e intervención de todas las áreas.
Para que esto no ocurra, se recomienda: seleccionar un cableado de alta calidad, elaborar el diseño correcto e instalar bajo estándares certificados. El diseño permite optimizar rutas y espacios, lo cual se traduce en ahorro de presupuesto. Es importante que esté coordinado con la construcción y armonizado con los demás sistemas electromecánicos del edificio.
Panduit emite una garantía de 25 años, siempre y cuando el proceso de diseño e instalación estén a cargo de un integrador certificado. Estas empresas se capacitan, siguen las mejores prácticas de marca y garantizan el cumplimiento de las normas, asegurando la eficiencia de la infraestructura a largo plazo.
La inversión inicial parece costosa. Sin embargo, representa la garantía de que la red va a funcionar perfectamente, no sólo hoy, sino durante las próximas décadas, convirtiéndose en la decisión costo- efectiva más acertada.
El sector educativo es uno de los que más cambios a sufrido. Su evolución en materia de transformación digital ha sido exponencial. En este contexto, las instituciones se han dado cuenta de la importancia de disponer de una infraestructura robusta, en beneficio de estudiantes, profesores, personal administrativo y equipo directivo.
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