Ciberseguridad: Las enseñanzas y desafíos que nos ha dejado la pandemia

El poder de la ciencia, la importancia del contacto físico y la maleabilidad de las formas en que hacemos las cosas son algunos de los aprendizajes que dejó la llegada del COVID-19. Y con el avance de la tecnología, otra lección imborrable penetró a la sociedad: la importancia de la ciberseguridad en un mundo de constante transformación digital.

Y es que el avance digital a través del teletrabajo -según cifras del Ministerio de las TIC, Colombia superó los 209.000  teletrabajadores en 2020- no sólo es tentador para optimizar tiempo de los colaboradores y recursos de las compañías, sino que se convirtió en un terreno fértil para los ciberdelincuentes.

Prevenir hackeos, proteger datos personales y garantizar la seguridad unificada hoy son desafíos inherentes a toda la sociedad. Por ello, deben ser tópicos que las organizaciones trabajen con la misma relevancia que puede tener evitar contagios, capacitar al personal, generar un ambiente laboral ameno u otorgar un buen servicio.

¿Por qué es tan importante trabajar en estrategias de protección tecnológica? Se trata de riesgos silenciosos que pueden tener graves consecuencias si no se gestionan adecuadamente. Los ciberataques no solamente implican una vulneración de información privada alojada en el espacio digital de una empresa, sino que también tienen repercusiones económicas y reputacionales, incluso afectando la vida de los clientes.

A nivel mundial, según la multinacional tecnológica IBM, las estafas por medio de phishing crecieron en un 6.000% durante la crisis sanitaria.

“Hablar de ciberseguridad era impensado para el común de la gente previo al boom tecnológico que implicó la pandemia, pero hoy es un tema que concierne a toda la sociedad por los efectos negativos que puede tener un ataque cibernético -y no sólo a nivel empresarial-. Como expertos en la materia, desde Genetec estamos conscientes de la importancia que tienen las soluciones tecnológicas para la protección de las compañías y sus entornos. Por eso, creemos en un trabajo colaborativo para la prevención de los delitos digitales, lo que debe incluir educación, monitoreos de seguridad y estrategias de TI especializadas”, explica Alexcy Poveda, gerente de productos e industrias de Genetec Latinoamérica.

Genetec entrega las 10 mejores prácticas para mejorar la resiliencia cibernética:

1. Llevar a cabo una evaluación de riesgos exhaustiva: conocer los riesgos cibernéticos que existen y cómo podrían afectar el entorno son los primeros pasos para comprender cómo proteger mejor una organización.

2. Reducir el error humano con políticas de TI claras: la educación de las personas sobre las políticas de TI también debe tenerse en cuenta en cualquier estrategia de ciberseguridad. Esto puede comenzar enseñando a los empleados consejos simples sobre cómo crear contraseñas seguras y cómo identificar las estafas de phishing en los correos electrónicos.

3. Cambiar las contraseñas de los dispositivos: La mayoría de las contraseñas de fabricante predeterminadas en los dispositivos de seguridad se conocen comúnmente, lo que deja a las organizaciones en una posición vulnerable. Se recomienda cambiarlas siempre por unas más seguras.

4. Priorizar las actualizaciones de software y firmware: muchas actualizaciones de software y firmware incluyen las últimas correcciones para vulnerabilidades conocidas.

5. Elegir tecnologías con defensas integradas: tener múltiples capas de defensa integradas en las soluciones de seguridad física es fundamental. Por ejemplo, el cifrado ayuda a ocultar y proteger los datos de usuarios no autorizados y asegura la comunicación entre clientes y servidores.

6. Utilizar métodos sólidos de autorización y privacidad: si bien el cifrado y la autenticación son excelentes herramientas para proteger los datos, no pueden detener el acceso no autorizado a una red. Al usar las capacidades de autorización, se puede restringir el alcance de la actividad dentro de los sistemas al otorgar derechos de acceso específicos a grupos o individuos para recursos, datos o aplicaciones.

7. Cumplir con la nueva legislación: a medida que aumenta el delito cibernético, están evolucionando nuevas leyes de privacidad y datos para hacer que las empresas rindan cuentas. Mantenerse informado sobre estas nuevas leyes no solo puede ayudar a fortalecer la resiliencia cibernética, sino también a evitar las costosas sanciones por incumplimiento en caso de que se produzca una infracción.

8. Considerar los beneficios del seguro cibernético: los ciberdelincuentes son cada vez más inteligentes. Incluso cuando se hace todo bien, una organización aún puede estar en riesgo. El seguro cibernético brinda apoyo financiero para remediar y recuperarse en caso de una infracción.

9. Volver a evaluar riesgos y políticas de forma periódica: las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente. Lo que funciona para hoy puede que no funcione a futuro. Es necesario tomarse el tiempo para reevaluar los riesgos y políticas.

10. Participar en el debate sobre ciberseguridad: no basta con confiar en integradores u otros proveedores de servicios para implementar prácticas de seguridad eficaces. Y a veces, TI está demasiado ocupado para ayudar. Los profesionales de la seguridad que se involucran más en la creación e implementación de prácticas de ciberseguridad suelen estar en una mejor posición para ayudar a mitigar los riesgos.

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