Durante el regreso de los conductores a Bogotá, después del puente festivo en el denominado plan retorno, cientos de conductores se vieron afectados por enormes trancones que colapsaron las diferentes entradas a la capital.
Tanto quienes entraban a Bogotá por los corredores del sur, occidente y norte se encontraron con largas congestiones y vehículos represados, que hicieron que viajes que, normalmente, pueden durar dos horas, se conviertan hasta en siete.
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Según reportes de los viajeros, puntualmente, por la autopista Sur, las obras después del peaje de Chuzacá hicieron que aquellos carros que transitaban por esta carretera demoraran hasta siete horas desde Melgar hasta la capital.
“El trancón es impresionante. Venimos a menos 20 y para llegar a ese peaje me demore por lo menos unas dos horas a ese ritmo. Hay como 10 casetas de peajes y luego para seguir en el mismo trancón y hay dos o tres carriles de vías para cruzarlo”, relató una conductora.
La misma situación se vio replicada en la entrada por Mondoñedo, al occidente de la capital, donde el peaje no dio abasto para los vehículos que se dirigían hacia la calle 80.
Por Indumil, sur de Bogotá, del desespero por los largos trancones y las congestiones en este punto, varios conductores infringieron las normas de tránsito y comenzaron a transitar en contravía, arriesgando la seguridad vial.
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“Está pesado. Llevamos como dos horas en el peaje quieto, no se mueve”, “terrible, llevo dos horas de tráfico desde Soacha”, “tengo seis horas de estar acá, la gente se está desesperando”, “todo está trancado”, dijeron algunos conductores.