El presidente Gustavo Petro pronunció un discurso de dos horas en el Congreso de la República, destacando varios momentos que no pasaron desapercibidos.
«Derrotamos la inflación»
Petro recordó que en diciembre de 2022 y en enero último Colombia tuvo «una inflación creciente» que llegó a superar en la comparación interanual el 13 %, y podría haber llegado al 25 % este año si hubiera continuado esa tendencia. «Hoy, la inflación mensual es de 0,3 % que no daría sino para el 5 % de inflación anual, es decir, hemos vencido la inflación», subrayó. El presidente advirtió, sin embargo: «No hay que cantar victoria tan temprano porque todos sabemos que en la economía pasan cosas, impredecibles muchas veces».
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Defensa de la paz total
El presidente, Gustavo Petro, hizo este jueves una defensa ante sus críticos de las negociaciones que sostiene con la guerrilla ELN. «La paz no es una negociación entre grupos armados, la paz es un acuerdo nacional de toda la sociedad», argumentó el presidente, en medio de aplausos de la bancada oficialista, pero también de gritos de la oposición. Algunos lo tildaron de «mentiroso«. Petro argumentó que el diálogo es la única salida al conflicto armado entre el Estado colombiano y la guerrilla de inspiración guevarista que nació en 1964. La derecha lo acusa de ser demasiado laxo con los rebeldes y maniatar las operaciones de la fuerza pública, que pese a las negociaciones ha sido blanco recurrente de ataques del ELN.
Acuerdo nacional
«En materia de paz indudablemente nosotros hemos tomado iniciativas, discutibles, admito las discusiones y la crítica, nadie tiene la verdad sobre cómo hacer la paz en Colombia», agregó Petro. «Es el momento de un acuerdo nacional que pasa por el Congreso de la República», manifestó el presidente en un extenso discurso de una hora y 45 minutos de duración, haciendo gala de su capacidad para la oratoria.
Cambio climático
Petro dedicó la primera mitad de su intervención a la crisis climática mundial, una de sus preocupaciones expresada en distintos foros internacionales, y luego habló de las necesidades del país, como la paz, la reforma agraria o la lucha contra las drogas. «Yo convocaría al país a un acuerdo en esos términos, a hacer realidad la paz, acabar la fase de la guerra de la insurgencia con el Estado y a no dejar prosperar la tercera violencia que ya viene, que ya está, la de las economías ilícitas y de las bandas armadas pululando por todas partes», dijo. Petro añadió que no hay que permitir que esa violencia crezca y eso puede lograrse «a través de este acuerdo nacional de justicia social y justicia ambiental que puede condensarse en el Congreso alrededor de las reformas que Colombia necesita», sin ahondar en sus propuestas de cambio del sistema de salud, del de pensiones y del laboral, que no pasaron en la legislatura anterior y volverán a discusión en la instalada hoy.
«La guerra ha llegado a su fin»
El presidente fue enfático al señalar que «la guerra entre la insurgencia y el Estado colombiano ha llegado a su fin», aunque alertó que la violencia está transitando hacia una nueva fase que tiene que ver «con un control territorial y de riqueza, no de toma del poder». «Se está acabando la guerra entre Estado e insurgencia, que es la que produce las bajas», en la Fuerza Pública, dijo Petro, que en este punto fue tachado de «mentiroso» desde la bancada de oposición.
Lucha contra las drogas
En lo referente a la guerra contra las drogas, indicó que el crecimiento de los cultivos de coca se ha detenido y han disminuido los envíos de drogas a Estados Unidos, pero «aparece otro desastre en el horizonte», que es que «en regiones cocaleras hay hambre». «La geografía del mercado de las drogas varió porque el consumo en los Estados Unidos cambió de estructura, de mal en peor, de la cocaína pasó al fentanilo», dijo el mandatario, quien agregó que este opioide es 50 veces más adictivo que la heroína, lo que en cierta forma puede beneficiar a la paz de Colombia, que «no parece tener capacidad competitiva en el mercado del fentanilo».
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Reforma agraria
Petro también abogó por una amplia reforma agraria para sacar al país del atraso y solucionar uno de los grandes problemas, causante de la violencia, que es la tenencia de la tierra. «La reforma agraria ha mostrado que el problema de Colombia es la tierra», manifestó el presidente, quien señaló que si se da ese paso «se amplía el mercado interno, se libera la fuerza de trabajo de la tierra y por tanto se pondrían las condiciones fundamentales para la industrialización», indicó.
Transición energética
Petro insistió además en la necesidad de adoptar medidas como la transición energética, la electrificación de los medios de transporte urbanos y la descarbonización de la economía, para lo cual se necesita que «dejen de usarse las materias primas fósiles en la agricultura, en la industria, en el turismo». «Lo que está en juego no es el capitalismo, no es el poder mundial, no es la existencia de unas u otras naciones, lo que está en juego es la existencia de toda la humanidad. Estamos ad portas de la sexta extinción de la vida en el planeta», advirtió.
En un tono más conciliador, este jueves invitó a los parlamentarios a acompañarlo en la nueva legislatura. «Hay unas posibilidades de paz que yo quiero que con ustedes podamos intentar aprovechar (…) yo le convocaría al país al acuerdo nacional en esos términos: hacer realidad la paz, acabar la fase de la guerra, de la insurgencia con el Estado», concluyó.
Código minero
Hablando sobre el tema de la minería, el presidente Petro sostuvo que presentará una reforma del Código Minero. Será una reforma que tenga en cuenta al pequeño minero, el minero artesanal, históricamente excluido y segregado por la gran minería. A eso, el presidente añadió que hoy los pequeños mineros son víctimas de la minería ilegal justamente porque no cuentan con la protección del Estado.
«Una ministra excelente»
Respecto a la salida de la ministra Irene Vélez, el presidente dijo que sus propuestas de transición energética le costaron a su Gobierno una ministra excelente. «Eso se ha debatido acá, me ha costado una ministra excelente (…) Heredamos un balbuceo indudable, pero cierto del gobierno anterior que ya había captado la necesidad de esta transición», puntualizó.