El Tour de Francia 2024, uno de los más extraños de siempre, ve la luz. El recorrido de la 111ª edición de la ronda francesa tiene una peculiaridad inaudita: no acabará en París ni alrededores (en 1903 y 1904 terminó cerca). En las 110 citas anteriores, como la propia organización recalcó, la carrera acabó en la capital (en distintos puntos), siendo en las los Campos Elíseos la sede desde 1975.
El motivo es la cita olímpica de París 2024 (26 de julio al 11 de agosto), que arrancan una semana después de la conclusión del Tour (29 junio al 21 de julio). Una medida tomada por razones de seguridad.
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El desenlace será en una contrarreloj con inicio en Mónaco y llegada en Niza en una modalidad que no se veía como final de la carrera desde 1989, cuando se produjo la diferencia final más corta de siempre: los ocho segundos de Lemond sobre Fignon. Antes de todo, empezar por donde toca: el principio. Por tercera edición consecutiva (26ª en la historia), el Tour saldrá de las fronteras de Francia. Copenhague 2022, Bilbao 2023… y Florencia 2024. Italia será protagonista del arranque por vez primera, acogiendo hasta el inicio de la cuarta etapa, que ya acaba en Francia (también pasará por San Marino y Mónaco). Nada más y nada menos que ese día los corredores ascenderá el Galibier (2.642 metros), y es que la carrera nunca había escalado tanto en una etapa tan temprana.
En las primeras jornadas por la Toscana habrá recuerdos a Gino Bartali (la carrera pasará por su museo), Marco Pantani (cuya tumba esté en Cesenatico)… un arranque exigente con una buena parte de la historia ciclista italiana presente. De hecho, entre Florencia y Niza hay poco más de 400 km… y el Tour realizarán 3.492 para unir ambos puntos.
🤩 Here it is, the official route of the #TDF2024!
— Tour de France™ (@LeTour) October 25, 2023
🤩 Voici le parcours officiel du #TDF2024 ! pic.twitter.com/3ORf31AS4T
En cuanto a montaña, los grandes protagonistas serán los Apeninos, un doble paso por los Alpes (italianos y franceses), el Macizo Central y los Pirineos, con una localidad, Pau, con habitual presencia de afición española, que es fija para el Tour cada edición durante la última década. Cerca de este punto estará, de nuevo, la montaña más visitada por la carrera: el Tourmalet. Será un Tour montañoso (menos que el año pasado) aunque sostenido (en total, 27 puertos de segunda, primera y fuera de categoría), con cimas ilustres como que llevaban tiempo sin aparecer en la carrera como Plateau de Beille e Isola 2000.
En los Alpes la carrera llegará hasta el tramo asfaltado de más altitud de Francia: la Bonette, con 2.802 metros. Dicha carretera no lleva a ningún sitio, pero a buen seguro pasará factura. En la última semana, los perfiles contarán con subidas típicas de la París-Niza: Turini, Coulillole… Además de la cita contrarreloj final que servirá para conocer el ganador, que probablemente no se conozca hasta ese mismo día, habrá otra prueba contra el crono en la séptima etapa.
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Juntando ambas, serán un total de 59 km de esta modalidad. Una de las grandes peculiaridades, otra más, de esta edición será la presencia de tramos de sterrato (caminos de gravel llamados por el Tour) en la novena etapa, con inicio y final en Troyes. Atravesarán caminos agrícolas. “De esta forma se rompe la monotonía”, dijo Prudhomme, director del Tour, que fue desgranando la etapa una por una y de hecho, al final de su discurso, se emocionó ligeramente. “¡Vive Le Tour!”, entonó en alto el también periodista al acabar.
Serán 14 tramos de tierra que compondrán 32, 2 km (de los 199 km que tendrá la etapa) en una jornada para supervivientes, de esas en las que no se gana el Tour, pero donde se puede perder, además con un gran desnivel acumulado. El resumen, las 21 etapas estarán compuestas por ocho llanas (un gran reclamo para Mark Cavendish en la búsqueda de su desempate con Merckx tras aplazar su retirada), siete de montaña (de las cuales, cuatro son con final en alto), cuatro quebradas y dos contra el crono, además de los dos días de descanso. Un Tour peculiar, tanto por fechas como por recorrido. Vingegaard, presente en el evento, hizo una primera valoración ante los medios desplazados escasos minutos después de ver el recorrido: “Me va bien”.
Ahora, está en igualdad con Pogacar en esta carrera: dos victorias para cada uno. “Ojalá siga nuestra rivalidad y esta bonita lucha muchos años”, dijo el del Jumbo, acompañado como es habitual de su mujer y su hija. Otro de los que tiene en mente está en el Tour de 2024 es Evenepoel. Hay dos cronos y su jefe, Lefevere, estuvo en la presentación. Cuenta atrás para saber el ganador… que esta vez no tendrá un paseo triunfal por los Campos Elíseos.