En medio de una creciente preocupación por los recientes atracos a establecimientos y la inseguridad en distintas zonas de la capital, el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, dijo en Blu Radio, que los delincuentes aprovechan las vulnerabilidades específicas de ciertos sectores de la ciudad.
Este patrón de comportamiento, según manifestó, quedó evidenciado en el reciente robo al restaurante Pecado Capital , ubicado en la zona de la calle 147, donde los atracadores emplearon un modus operandi que involucra la suplantación de roles ciudadanos, como el de un domiciliario, para facilitar sus acciones delictivas.
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“Se hace pasar por domiciliario, que aprovecha la oportunidad en un local y se mete al espacio donde hay una venta de alimentos y aprovecha las vulnerabilidades que hay en esa cuadra para atracar a las personas que están ahí consumiendo”, dijo el funcionario.
El secretario destacó que la administración actual heredó una «desconexión muy fuerte entre todas las capas de seguridad de la ciudad», identificada a través de estudios.
Restrepo enfatizó la importancia de la colaboración entre ciudadanos, fuerzas públicas, seguridad privada, y la Secretaría de Seguridad para fortalecer la red de protección en la capital.
Asimismo, dijo que, en un esfuerzo por mejorar la seguridad en zonas gastronómicas, la Secretaría de Seguridad está trabajando de cerca con Acodres, el gremio de restaurantes, para identificar y mitigar vulnerabilidades.
A pesar de los recientes incidentes, Restrepo hizo un llamado a la ciudadanía para que continúe participando en sus actividades cotidianas y subrayó la importancia de la denuncia y la colaboración para capturar y judicializar a los delincuentes.
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El robo ocurrió en Hamburguesas Pecado Capital, ubicado en la intersección de la calle 147 con carrera 14. Eran aproximadamente las 8:30 de la noche cuando los comensales del establecimiento se vieron sorprendidos por un par de motoladrones.
Según relatos de testigos y empleados, uno de los asaltantes irrumpió en el local mientras su cómplice lo esperaba afuera, motorizado y listo para la huida.
«A los trabajadores no nos robó, pero a todos los clientes sí les robó todas sus pertenencias, dinero en efectivo. Se fue de una, se montó a una moto. Uno estaba en la moto acá en la calle y otro entró a robar. Se demoró bastante robando», detalló uno de los empleados, evidenciando la temeridad y la planificación detrás del asalto.