El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado el evento telúrico como de desastre histórico y admitió que es probable que siga aumentando el número de fallecidos.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el seísmo, de magnitud 7,8 en la escala de Richter, ha causado la muerte de más de 1.500 personas en Turquía y Siria. El fenómeno se registró a las 04:17 hora local (01:17 GMT) a una profundidad de unos 17,9 kilómetros (11 millas), y se sintió también en Líbano, Siria y Chipre, según corresponsales de AFP.
De acuerdo con CNN Español, 592 personas han muerto en Siria, 371 de ellas principalmente en las regiones de Alepo, Hama, Latakia y Tartus, según la agencia de noticias estatal siria SANA, que también informó de 1.089 heridos. El grupo «Cascos Blancos«, conocido oficialmente como Defensa Civil Siria, también informó de al menos 221 muertos y 419 heridos en zonas controladas por la oposición en el noroeste de Siria.
En Turquía, al menos 912 personas murieron y 5.385 resultaron heridas, dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan en un discurso televisado el lunes.
El temblor, que se sintió en varias provincias de la región y en naciones vecinas como Líbano, Siria y Chipre, provocó el derrumbe de numerosos edificios y viviendas.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, calificó el lunes el seísmo de desastre histórico y admitió que es probable que aumente el número de muertos, ya que se han derrumbado más de 2.800 edificios.
«Todo el mundo está poniendo alma y corazón en los esfuerzos, aunque el invierno, el frío y que el terremoto se haya producido durante la noche hacen las cosas más difíciles», declaró Erdogan a los periodistas en una rueda de prensa en Ankara.
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