Cuando el Grupo Oikos revisó su panorama al inicio de 2025, vio una oportunidad poco común: un sector retador, sí, pero también un mercado dispuesto a responder a proyectos bien estructurados. En vivienda, las casi 3.000 unidades vendidas no llegaron por casualidad. Y en Storage, el liderazgo con casi el 60 % del mercado confirmó que la demanda por infraestructura logística urbana apenas empieza. Sobre esa base, la compañía entendió que 2026 debía ser un año de expansión, no de cautela.
El obstáculo estaba en la foto macro. La caída de subsidios nacionales afectó el cierre financiero de miles de hogares. El sector constructor tardará más de un año en volver a sus niveles habituales de metros cuadrados edificados. Y, con tasas altas, la financiación se volvió un ejercicio de paciencia. Era el tipo de escenario en el que muchas empresas recortan, aplazan o se repliegan. Pero Oikos optó por lo contrario: usar el momento para recuperar terreno y ganar participación.
La decisión vino con números grandes detrás. Más de 350 millones de dólares para adquisición de tierra y nuevos desarrollos, y más de 12 millones de dólares para ampliar la operación de minibodegas. Con eso, Storage se prepara para una expansión “muy importante”, según Díaz, respaldada por la operación ya consolidada en 30 edificios y los avances recientes en Ecuador, donde la compañía crece en Quito y Guayaquil.
En ese impulso, Bogotá jugó un papel central. La administración distrital mantiene incentivos que permiten dinamizar la vivienda VIS, y el ecosistema urbano —Metro, Tren de Cercanías, hábitat y subsidios locales— habilita un terreno fértil para nuevos lanzamientos. El Grupo decidió aprovecharlo: en 2026 saldrán más de seis proyectos VIS en la capital, un movimiento que evidencia que la ciudad sigue siendo el mercado más estratégico del país.
El resultado fue una alineación natural entre crecimiento local y salto internacional. En 2026, Oikos iniciará operaciones en La Florida mediante una alianza con Rocha Brothers y avanzará en Portugal junto al Grupo Madre. No es una diversificación improvisada; es una extensión lógica de un negocio que ya demostró capacidad de ejecución regional con la entrada a Ecuador.
Así, 2025 no cierra como un año de supervivencia, sino como el punto de partida de la expansión más ambiciosa del Grupo. Las cifras, lejos de ser decorativas, muestran el hilo conductor: decisiones tomadas en plena incertidumbre que terminaron abriendo más mercados, más verticales y un 2026 con mucho espacio para crecer.