Si bien pareciera que estamos frente al inicio del fin de la pandemia, ocasionada por el virus COVID-19, o al menos Europa ya con grandes avances hacia esta realidad; dicho por uno de los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Hans Kluge con respecto a que la variante Omicron infectó al 60% de los europeos durante marzo de 2022, consiguiendo con esto una amplia inmunidad de rebaño.
Hace unos meses esta nueva realidad pudiera pensarse que sólo sería adoptada por países de mayores recursos; sin embargo, los esfuerzos realizados por GAVI informando que COVAX ya ha distribuido más de mil millones de dosis a 144 países, con AVAT y COVAX esperando asegurar 720 millones de dosis para lograr una cobertura del 60% en África para junio de 2022 y llegar un total del 67% de vacunados a nivel mundial con al menos una dosis. De tal forma, pareciera que nos dirigimos hacia un futuro con mayor control de este virus o al menos una forma de como coexistir con él.
Pero para que esto fuera posible se tuvo que enfrentar una serie de retos estratosféricos y significativos desde la correcta y equitativa distribución de vacunas entre los países, hasta la manera de trasladarlos en un óptimo estado de conservación.
La variable central de este «problema de asignación» es la falta de madurez de la cadena de frío ultrabaja que se agudizaba en los países o regiones de ingresos más bajos, considerando la fragilidad de las vacunas de ARNm, donde el almacenamiento ultrafrío ayuda a desacelerar las reacciones químicas que pueden destruirlas; este desafío solo se hará más grande a medida que las vacunas de ARNm se apliquen también para combatir otras enfermedades, desde el cáncer y la gripe hasta la malaria y el VIH; de allí la importancia de contar con una adecuada cadena de frío de extremo a extremo.
La tarea de transportar vacunas se vuelve tan puntual y delicada, considerar cualquier forma de cambio es un reto lleno de complejidad y riesgo. Esto se debe a que la mayoría de las vacunas siguen un camino intrincado desde la planta de fabricación hasta el paciente:
- Los contenedores de refrigeración especializados los llevan desde la producción hasta el puerto de entrada correspondiente, por aire, tierra o mar.
- Una vez procesados (lo que puede demorar hasta dos semanas), generalmente se trasladan a un almacén médico central (un viaje de hasta una semana y más)
- Después de controles de calidad adicionales, cada carga se divide en unidades para el traslado a regiones específicas, un proceso de alrededor de cinco días.
- Luego, los camiones trasladan las vacunas a cámaras frigoríficas en almacenes regionales, estatales o distritales, lo que agrega más días al viaje total.
- Luego, estas unidades se dividen aún más y se envían a centros de atención médica individuales, un proceso que puede demorar de uno a 14 días.
- Finalmente, está la última milla hacia las clínicas locales y los centros de vacunación, donde el almacenamiento ultrafrío da paso a los refrigeradores y cajas frías locales, etc., que brindan temperaturas de 2 a 8 °C, que es donde el «reloj comienza a correr» para el uso inmediato de las vacunas.
Entonces, ¿Qué medidas podemos adoptar y que soluciones tenemos actualmente?
Thermo King, líder mundial en sistemas de control de temperatura ofrece el paquete completo de unidades de refrigeración y contenedores diseñados exclusivamente para el almacenamiento de vacunas, con soluciones tales como:
- SuperFreezer: unidades de contenedores de temperatura ultrabaja que bajan a -70 °C, la única solución que se puede utilizar como centros de distribución de vacunas estacionarios y móviles (reemplazando así a los refrigeradores locales).
- Magnum Plus: un contenedor que ofrece un estricto control de temperatura en rangos desde refrigerado hasta -40° (en condiciones ambientales hasta +50°C).
- Grupo electrógeno: fuente de alimentación independiente con unidades totalmente eléctricas con generador diésel: el respaldo de traslado ideal.
¿Cómo es que estas soluciones contribuyen al traslado adecuado de las vacunas?
Si el futuro va a ser frío, la tecnología jugará claramente un papel central. Mover vacunas, mantener los protocolos de GDP y demostrar el cumplimiento, son tareas que ayudan a dar forma a las cualidades por las que se juzga cualquier equipo. Particularmente cuando se implementa en países menos desarrollados donde la infraestructura de transporte por sí sola presenta desafíos particulares a cada región
Thermo King orientado a plantear soluciones que contribuyan al correcto traslado de vacunas, ha trabajado en estrecha colaboración con la industria farmacéutica y los organismos sanitarios mundiales para respaldar el lanzamiento de la vacuna contra la COVID-19, asegurando que dichas capacidades de cadena de frío de extremo a extremo, pueden ayudar a brindar hoy y en cualquier lugar una verdadera equidad.