Las personas que transitaban sin documentación o con papeles falsos serían africanos, haitianos y venezolanos. 54 personas fueron capturadas por los hechos.
La Fiscalía indicó que fue desmantelada una banda que se dedicaba al tráfico de migrantes en diferentes regiones de Santander. Según explicó el ente investigador, esto se logró gracias a una investigación que inició en 2020, en donde identificaron que había 33 buses de transporte informal que transportaban a estas personas en el territorio nacional.
Según el director e Fiscalías Santander, Oliden Riaño, se trataba de red transnacional dedicada al tráfico de migrantes, facilitando la entrada y salida por los pasos fronterizos con Ecuador y Venezuela, con destino a países de Sur y Centroamérica: «eran personas que no cumplían con los documentos establecidos, 1.300 víctimas de estas organizaciones que salían principalmente de Venezuela y utilizaban, por lo general, la ruta Cúcuta-Bucaramanga».
Cabe señalar que, esta organización delincuencial también tenía injerencia en otros departamentos como Antioquia, Caldas, Cauca, Cundinamarca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Risaralda y Valle del Cauca.
Las personas extranjeras, en su mayoría africanos, haitianos y venezolanos, eran transportadas no distinguían edad ni género, eran tanto niños, hombres y mujeres, a quienes le cobraban fuertes sumas de dinero que oscilaban entre los 150 y 300 dólares. Con este pago, las víctimas no solo garantizaban el transporte, también estaba el hospedaje, comida y el paso al país que habían elegido con anterioridad.
El director de Fiscalías en Santander también explicó que los funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación – CTI, cuando realizaron el operativo, hicieron 46 allanamientos en el que incautaron documentos, 731 dólares, tres celulares y un computador portátil.
Además, lograron la expedición de medidas cautelares de extinción de dominio de cinco hoteles, vehículos y dos inmuebles. El ente investigador dio a conocer la captura de 54 personas de los cuales 23 fueron remitidos a centros carcelarios y 15 de ellos aceptaron los cargos.