Una reciente encuesta realizada por el circulo de periodistas de Bogotá y la FLIP arrojo preocupantes resultados de la realidad del periodismo hoy.
Los periodistas tienen alta preparación educativa, pero ganan poco. El acceso a la información y el ambiente para la libertad de expresión no mejoran. Creció la difamación de mandatarios y funcionarios contra estos profesionales. El error más grave del periodismo: publicar información por intereses políticos o comerciales y usar titulares engañosos. El activismo afecta la profesión. La pauta se convirtió en instrumento de presión informativa.
El periodismo en Colombia está integrado hoy, en su mayoría, por hombres (71%), por periodistas con más alta preparación educativa que antes (43% tiene título universitario y 40%, posgrado), pero siguen ganando poco: el 45% gana menos de $3.000.000 mensuales y de estos, el 13 % devenga el salario mínimo o menos. Para sobrevivir económicamente en este oficio, el 61% recibe otros ingresos adicionales.
En el último año se ha advertido que el acceso a la información pública no ha mejorado ni los ataques contra la libertad de expresión han disminuido. Las agresiones contra redactores aumentaron del 12 al 16% en los últimos años. Y entre el 2016 y el 2023 el estigma, la difamación de periodistas por parte de mandatarios y funcionarios subió del 27% al 37%.
Las salas de redacción presentan novedades como la incorporación del verificador de la información (63%) para controlar las noticias falsas o engañosas, al tiempo que un gran porcentaje de periodistas (62%) utiliza el silencio estratégico como fórmula para enfrentar la desinformación .
Estos son algunos de los resultados de la nueva ‘Encuesta nacional de libertad de expresión y acceso a la información’, que revela otros aspectos como los graves errores que se están cometiendo en el periodismo colombiano -, por ej. publicar información por intereses políticos o comerciales (42%) -, y las malas prácticas en que algunos periodistas están incurriendo como modificar posiciones editoriales por una pauta publicitaria (48%). Establece, además, que el activismo ejercido simultáneamente con este oficio ha afectado la credibilidad en los medios y en los periodistas, según el 68% de los consultados. Y la pauta publicitaria se ha convertido en un instrumento mayor de presión informativa.
La encuesta fue producto del trabajo conjunto realizado por el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), Fundación Gabo, Fundación Friedrich Ebert, Asociación de Medios de Información (AMI), Asociación Nacional de Medios de Comunicación (Asomedios), Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) y Cifras & Conceptos. Contó con la asesoría del investigador Germán Rey y del crítico de televisión Ómar Rincón.
El cuestionario fue aplicado por la firma Cifras y Conceptos a 585 periodistas, entre directores, editores, redactores, directivos de gremios y columnistas de diferentes regiones del país.
¿Qué deben hacer los medios de comunicación y los periodistas? De acuerdo con los resultados de la encuesta, unos y otros no pueden olvidar su responsabilidad social, informativa, orientadora y formativa. Deben trabajar con ética, garantizar la transparencia y la alta calidad en los contenidos informativos, no pasar por alto que las informaciones tienen que contrastarse y abrir más los canales de participación de la ciudadanía incentivando la retroalimentación. Se considera que los medios deben tener un defensor de audiencias y un mecanismo de veeduría ciudadana cuando haya equivocaciones o tensiones frente al contenido de sus publicaciones.
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INFORME CON LOS RESULTADOS DE LA ENCUESTA NACIONAL DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y ACCESO A LA INFORMACIÓN
Estos son varios de los datos relevantes de la ‘Encuesta nacional de libertad de expresión y acceso a la información’ , aplicada entre el 9 de diciembre de 2022 y el 16 de marzo de 2023.
PERFIL DE LOS PERIODISTAS DE HOY
En el periodismo el 71 % de los periodistas son hombres, el 24 % mujeres y el 5% restante prefirió no responder o dijo no identificarse con ninguno de estos géneros, lo cual refleja la diversidad que hay en las áreas de redacción . El 50% de los periodistas tiene entre 36 y 45 años de edad y el 21% entre 18 y 35 años.
Desde el punto de vista educativo, los periodistas cuentan hoy con una alta preparación. El 43% tiene título universitario, el 40% posgrado y 12 % es tecnólogo o técnico. Los profesionales con más alto nivel académico trabajan en Bogotá (51%) y el Eje Cafetero (44%).
El 58% de los periodistas trabaja tiempo completo y el 41 % tiempo parcial.
En materia de contratación, el 35% de los periodistas tiene contrato por nómina, 26 % por prestación de servicios (esto prima más en las regiones del Pacífico, Oriente y Centro Sur), 16% lo hace de manera voluntaria (sin pago), 10% devenga como free lance y el 10 % trabaja por pauta o cupo publicitario.
El 45% de los periodistas gana menos de $3 millones mensuales. De estos, al 13% le pagan el salario mínimo o menos. Son más las mujeres (18%) las que ganan menos del salario mínimo, frente a los hombres (11%). Solo hay un 21% de consultados que gana más de $5 millones y estos ingresos los tienen más los hombres (22%) que las mujeres (18%).
El 61% de los periodistas recibe otros ingresos adicionales, teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen salarios muy bajos o no les alcanza para sobrevivir económicamente.
LOS ERRORES MÁS GRAVES DEL PERIODISMO
Cuando se interroga sobre cuál es el error más grave que se comete en el periodismo colombiano, el 42% responde que publicar información por intereses políticos o comerciales. O hacer lo contrario, es decir, no publicar o abstenerse de hacerlo precisamente por los mismos intereses, según el 18%.
En segundo orden (21%) está publicar titulares engañosos o sensacionalistas para ganar audiencias y clicks. Le siguen la publicación de filtraciones sin verificar ( 11%) y no rectificar de manera adecuada (4%) .
Ante la pregunta cuál o cuáles de los errores anteriores ha cometido el periodista o el medio en el que trabaja, el 56% asegura que en ninguno de los anteriores. Pero un 23% acepta que ha dejado de publicar información por intereses políticos o comerciales y otro 10%, que la ha publicado por esos intereses, sin informarlo de manera transparente; el 12 % ha incurrido en el uso de títulos engañosos o sensacionalistas; el 9% se ha negado a rectificar de manera adecuada y el 8 % expresa que ha publicado filtraciones sin verificar.
SILENCIO INFORMATIVO Y PROCESO DE VERIFICACIÓN CONTRA LA DESINFORMACIÓN
El Internet facilitó el acceso a la información, a las aplicaciones y servicios como las redes sociales constituyéndose en nuevos canales de comunicación sin la intermediación exclusiva de los periodistas y medios de comunicación. Esto ha permitido la profusión de noticias falsas o engañosas por estos medios, a las que han tenido que enfrentarse a diario periodistas y medios informativos profesionales.
Ante estos hechos crecientes, en la encuesta se preguntó si en el trabajo periodístico se ha utilizado el silencio estratégico para enfrentar la desinformación .
El 62% de los consultados responde que sí ha recurrido al silencio estratégico, al tiempo que el 61% de ellos cree que esta estrategia puede ser efectiva para combatir la circulación de noticias falsas, rumores y otros tipos de desinformación.
Para enfrentar las noticias falsas, en las salas de redacción se está aplicando otro mecanismo como es el proceso de verificación de la información.
El 63% de los encuestados afirma que en el medio donde trabaja existe el rol de verificador de la información y el 84% expresa que el proceso de verificación de noticias que se realiza es muy bueno y así sucede en todos los medios radio, prensa, televisión y medios digitales.
El 77% de periodistas considera que el verificador de la información es indispensable en los medios de comunicación y quienes más tienen esa opinión (83%) son los periodistas jóvenes, con edades entre 18 y 35 años de edad. Y donde más reclaman este rol es en el Pacífico (86%).
Para el 73% de los consultados es muy importante que los medios de comunicación tengan también defensores de audiencias y veeduría ciudadana cuando se presenten equivocaciones o tensiones frente a contenidos informativos.
Un aspecto importante en el trabajo informativo es la responsabilidad periodística que va de la mano con la aplicación de los códigos de ética que rigen las conductas y el trabajo profesional de los periodistas. El 74% confirma que en sus medios tienen códigos de ética y sus normas las cumplen la mayor parte (88%)de los periodistas.
LÍNEA EDITORIAL Y ORIENTACIÓN POLÍTICA
Para el 67% de los periodistas es clara la línea editorial que tiene el medio de comunicación donde trabaja, especialmente en los medios digitales (55%) y en radio (54%). La inmensa mayoría (95%) conoce quiénes son los dueños de la empresa o el grupo informativo para el que labora.
En cuanto a la orientación política del medio, casi la mitad de los entrevistados (49%) opina que no la tiene, mientras otro 20% responde lo contrario. Otro 27 % prefiere asumir una posición neutra.
PERIODISMO Y ACTIVISMO NO SE PUEDEN EJERCER SIMULTÁNEAMENTE
El 68% de los periodistas conceptúa que el periodismo ejercido simultáneamente con activismo afecta la credibilidad del medio de comunicación y de los periodistas que lo realizan.
El rechazo a estas dos prácticas combinadas aumenta con la edad y la experiencia. El 81% de los encuestados mayores de 55 años cree que sí afecta la confiabilidad. Le siguen el 66%, con edades de 36 a 55 años. Y en menor proporción (57%)están los periodistas jóvenes, de 18 a 35 años.
Quienes más piensan que periodismo con activismo afecta negativamente la credibilidad (76%) son los periodistas que trabajan en Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Santander, Meta, Guaviare, Arauca y Norte de Santander. En el Pacífico son el 63%; en el Eje Cafetero, el 61% y en el Caribe, lo creen menos, el 53%.
CRECEN RESTRICCIONES Y AMENAZAS PARA EL ACCESO A LA INFORMACIÓN
Para el 31% de los periodistas el acceso a la información pública no ha mejorado y solo el 18% opina lo contrario. Quienes más limitaciones encuentran en este derecho son los periodistas del Eje Cafetero ( 44%).
Las opiniones están divididas sobre si el ejercicio de la profesión ha mejorado con la entrada en vigencia de la Ley de transparencia y acceso a la información pública (Ley 1712 de 2014). El 39% responde que sí, el otro 34% no y hay un 27% de periodistas que desconoce esta normatividad.
Los obstáculos para obtener la información pública son mayores o menores dependiendo del medio de comunicación en el que trabajen y estos han aumentado. En el 2015 esta dificultad la tuvo el 28% de los periodistas. En el 2016, el 34% y para este año subió al 37%.
Hay otras barreras que siguen entorpeciendo el trabajo periodístico. En el último año, al 36% le exigieron mucho revelar cuál era el propósito de la información para entregarla; al 30% se la negaron sin ninguna explicación o le condicionaron su entrega a no revelar a fuente.
Al 29% le negaron la información con el argumento de la reserva por seguridad nacional, habeas data o secretos nacionales.
Las presiones o amenazas contra la vida del periodista o su familia como consecuencia de una información solicitada crecieron del 11% (2016) al 12% (2023).
Llama la atención que aún en las instituciones oficiales se mantengan aún hechos cuestionables como el cobro por la reproducción de copias a costos superiores al mercado (en el último año sucedió con el 6% de encuestados) y la exigencia de pagos ilegales para agilizar la obtención de la información pública (le pasó al 2 %).
¿Cómo obtienen los periodistas la información pública? Dependen especialmente de la fuente oficial y acuden en alta proporción a las redes sociales.
La encuesta estableció que el 56% consigue la información en entrevistas formales con las autoridades o directivos responsables; 56% en el sitio web de la entidad; 52% en las investigaciones o informes hechos por académicos, gremios o expertos; 51% en contactos personales informales; 46 % en redes sociales; 44% en boletines y ruedas de prensa; 28% por derechos de petición; 7% por filtraciones; 5% en comunicaciones anónimas, y el 4% en los rumores.
¿Qué hacen los periodistas cuando un funcionario le niega una información pública? La respuesta del 67% es que en seguida radica un derecho de petición y si este es negado, el 78% presenta el recurso de insistencia. El 43% opta por interponer una acción de tutela y hay un 23% que no hace nada.
Aunque se acude mucho a las fuentes oficiales para obtener información, paradójicamente es poca la confiabilidad que los periodistas tienen sobre esta. Si la institución pública es nacional, solo el 20% de los periodistas la califica como muy buena. Si se trata de una entidad departamental o local, el porcentaje baja a 16%. La desconfianza es mayor en Bogotá: solo el 8% le da a la información oficia una buena calificación.
AMBIENTE PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LA SEGURIDAD, SIN MEJORÍA
La región que presenta más dificultades para la libertad de expresión es la del Caribe y la que tiene menos es Bogotá. En la primera, el 46% afirma que la seguridad en su departamento obstruye la labor periodística.
El estigma o la difamación por parte de mandatarios y funcionarios contra los periodistas se elevó del 27 % (años 2015 y 2016) al37% en el 2023. Los que más han padecido los señalamientos y difamaciones trabajan en regiones del Caribe (40%), Oriente (40%) ,Eje Cafetero (39%) y el Pacífico (37%).
Por presión de las autoridades también el 13 % de encuestados se ha tenido que abstener de publicar informaciones determinadas.
En cuanto a la situación de seguridad de los periodistas, el 29% afirma que no ha mejorado en el último año. Solo el 14% responde que sí y otro 39% se declara neutral frente al tema. La región donde este problema es más crítico es en el Pacífico (42%). Le sigue el Caribe (38%) y el centro-sur del país (35%) donde están los departamentos del Huila, Tolima, Caquetá y Amazonas.
Sobre ataques directos a los medios se encuentra, en primer lugar, el hackeo para bloquear páginas web o robar información periodística , dice el 24 % de los periodistas. Y lo han sufrido en especial quienes están en los medios digitales (29%) y de televisión (29%). En menor proporción se han presentado en radio (11%) y en prensa (17%). De acuerdo con el 14 % de los encuestados, estos ataques se hicieron específicamente para robar material periodístico.
El 23 % de los periodistas también afirma que ha sido víctima de amenazas por Internet (redes sociales, whatsapp, e-mail). El 8% declara que lo han agredido físicamente por informaciones publicadas.
El 22% de los periodistas dice que conoce casos de medios de comunicación que fueron objeto de confiscación o destrucción de elementos como equipos de producción. Así como un 18% afirma que sabe de casos de medios de comunicación que han sido objeto de atentados.
Las agresiones de los grupos al margen de la ley y de la fuerza pública contra los periodistas aumentaron del 12% (2015) al 16% en el 2023.
El 12 % de periodistas asegura haber sido objeto de seguimientos ilegales por agentes estatales en el último año. Y por su actividad periodística el 7% de encuestados tuvo que forzosamente salir de la región donde trabajaba.
Frente a otros temas como las plataformas y las redes sociales, el 69% considera que estas deberían regularse .
MALAS PRÁCTICAS DE MEDIOS Y PERIODISTAS
El 44% de consultados responde que tuvo conocimiento de algunos medios de comunicación que en el último año dejaron de publicar historias por miedo a perder la pauta publicitaria. Este porcentaje es menor frente años anteriores: en el 2015 fue el 66% y en el 2016, el 48%. Las regiones donde más se conocen estas actuaciones son las del Eje Cafetero (49%), Oriente (48%) y Pacífico ( 46%).
También el 28% de periodistas sabe de medios que se han abstenido de hacer la publicación por miedo a las sanciones administrativas. El mayor porcentaje de estos casos ocurre en departamentos del Caribe ( 42%) y el Eje Cafetero (30%).
Casi la mitad de los encuestados (48%) señala, a su vez, que en el último año conoció casos de periodistas que modificaron su posición editorial a cambio de pauta publicitaria. Esta censurable actuación se registra más en el Eje Cafetero (62%), en departamentos del centro -sur como Huila, Tolima, Caquetá y Amazonas (57% ) y del oriente donde están Cundinamarca, Boyacá, Santander, Norte de Santander, Meta, Guaviare y Arauca (57%). Son hechos que se observan en los medios digitales (50%), prensa (49%) ,radio (47%) y televisión (41%).
Sobre otras actuaciones irregulares, el 42 % sabe de periodistas que cobran indebidamente por publicar información, algo que advierten en prensa (45%), radio ((44%), medios digitales (39%) y televisión (36%). También ejercen presiones y amenazas para obtener pauta publicitaria, como lo menciona el 39% de encuestados.
De igual forma, el 32 % sostiene que conoce periodistas que reciben dinero en efectivo de funcionarios públicos sin que haya un contrato legal entre las partes.
El 23% afirma igualmente haber conocido periodistas que culparon de delitos a personas sin tener las pruebas sabiendo que no eran culpables.
PRESIÓN CON LA PAUTA PUBLICITARIA
La pauta oficial ha sido también un instrumento que algunas autoridades han utilizado para ejercer presión sobre contenidos periodísticos. El 31% confirma que esto ha ocurrido en el último año con la pauta departamental o municipal y sucede especialmente en prensa (36%) y medios digitales (32%). Algo menos en radio (28%) y en televisión (24%).
El sector privado no se queda atrás. El 25 % de los encuestados ha visto este tipo de presiones de su parte igualmente para contenidos en medios digitales (30%), prensa (25%), televisión (22%) y radio (20%).
Frente a la asignación de la pauta oficial en el último año, apenas el 15% de los encuestados asegura que se hizo en forma transparente.
Son hechos por los que el 65% de los periodistas considera necesario que se ajuste la normatividad que regula la asignación de la pauta oficial a los medios de comunicación.
QUÉ HACER PARA ENFRENTAR LA DESINFORMACIÓN
El 76% de los periodistas considera que los medios de comunicación son los que deben fomentar la educación mediática e informacional en los ciudadanos. Igualmente (75%) indica que estos deben promover el desarrollo de las competencias mediáticas (evaluación de la información, creación de contenidos, participación y ética) en la población.
¿Cómo los medios pueden estimular la educación mediática? Garantizándoles a las audiencias: información de alta calidad (32%), canales de participación de la ciudadanía con retroalimentación (28%), creación y facilidades de acceso a recursos de aprendizaje sobre educación mediática (15%), verificación de las noticias falsas y explicación de cómo lo hacen (13%) y contraste de las diferentes fuentes (12%), un principio periodístico que los periodistas profesionales no deben dejar de aplicar .