• El número de camas UCI creció 287% durante la pandemia, al pasar de 137 a 394.
• Los hospitales San José, de Maicao, y el Nuevo San Francisco de Asís, de Quibdó, estrenaron servicio de biología molecular y consulta neurológica, respectivamente.
• El San Marcos, de Sucre, habilitó la hospitalización domiciliaria y el Sandiego, de Cereté, ya ofrece atención integral de hemodiálisis y consulta de nefrología.
Los hospitales públicos del país que se encuentran bajo intervención forzosa administrativa o vigilancia especial, por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, ofrecen hoy en día más servicios a sus usuarios y cuentan con mayor capacidad instalada para atender a los pacientes críticos y la población vulnerable.
Gracias a la gestión realizada por la Supersalud durante la emergencia sanitaria, y al apoyo dado por los trabajadores, los agentes interventores, las autoridades locales y departamentales, el Ministerio de Salud y el sector privado, se han ampliado las camas especializadas en los 13 hospitales intervenidos.
El número de camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pasó de 137 en marzo pasado a 394 hoy en día, lo que representa un aumento de 287%. En cuanto a camas de cuidado intermedio y de aislamiento, se pasó de 67 a 697.
“Hemos ido más allá de la expansión de camas UCI, pues hemos mejorado la infraestructura y ampliado los servicios en estos hospitales. Lo mejor es que cuando pase la pandemia, toda esta capacidad instalada, las adecuaciones, los nuevos servicios y los equipos de última tecnología quedarán para fortalecer la salud de estos territorios”, indicó el Superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel.
Centros asistenciales que estrenaron UCI Cinco de los hospitales intervenidos (Sandiego, de Cereté; San Marcos, de Sucre; San Andrés, de Tumaco; Nuevo San Francisco de Asís, de Quibdó, y San Andrés, de Chiriguaná), nunca habían tenido una cama UCI y ahora cuentan con este servicio especializado.
Nuevo portafolio de servicios Otro avance significativo en estos hospitales referentes en sus regiones fue la dotación de equipos y servicios, que posibilitan una mejor atención a toda la población en las regiones.
Por ejemplo, recientemente el hospital San José, de Maicao (La Guajira), estrenó laboratorio molecular para procesamiento de pruebas COVID-19 y de muestras como: zika, dengue, chikunguña, tuberculosis, leptospirosis, leishmaniasis, enfermedad de chagas y VIH. El Nuevo San Francisco de Asís, por su parte, sumó a su portafolio de servicios la atención de consulta especializada en neurología, y avanza en el proceso de capacitación para la elaboración de la historia clínica electrónica.
El Hospital Universitario del Caribe, de Cartagena, se convirtió en el centro asistencial referente para la atención de esta emergencia y su Unidad de Cuidados Intensivos pasó de tener 10 camas a 63. Incluso en el pico más alto de la pandemia en la región, el HUC llegó a acondicionar 80 camas para atender a los pacientes con síntomas asociados al coronavirus.
El Hospital Sandiego, de Cereté, fortaleció sus servicios con la entrada en funcionamiento de atención integral de hemodiálisis y consulta de nefrología, y pasó a contar con 12 camas UCI y otras dos de cuidado intermedio.
Además, acaba de abrir una nueva área de urgencias respiratorias que funciona las 24 horas, con consultorio de triage, sala de reanimación, 5 camas de observación y 8 cubículos para definición de conducta.
Durante la emergencia sanitaria, el Hospital Universitario de Sincelejo (Sucre) habilitó las especialidades de ortopedia y cirugía pediátrica, urología y maxilofacial. Asimismo, puso en marcha un área exclusiva de unidad de cuidados intensivos para pacientes no COVID, con 8 camas totalmente dotadas con equipos médicos.
El Hospital San Andrés de Chiriguaná (Cesar), fortaleció las especialidades médicas de ginecología, pediatría, medicina interna, cirugía, anestesiología, ortopedia, y cardiología. Adicionalmente, el avance planeado de su infraestructura hospitalaria alcanza un 80%. Asimismo, el hospital San Jerónimo de Montería (Córdoba), empezó a prestar los servicios de consulta externa y de cirugía ambulatoria; y actualmente cuenta con 198 camas hospitalarias, 31 camas UCI y 6 de cuidados intermedios.
El Hospital Regional de II nivel de San Marcos, Sucre, estrenó sala de partos tras ser completamente remodelada y dotada; adicionalmente se hicieron ajustes en infraestructura y equipos biomédicos, y se habilitaron 5 camas UCI, 4 de cuidado intermedio y 11 de observación en el servicio respiratorio con los 10 ventiladores que fueron entregados por el Ministerio de Salud. Por su parte, el Hospital San Andrés, de Tumaco (Nariño), logró la habilitación transitoria de 15 camas UCI, la adquisición y habilitación de dos ambulancias medicalizadas y la puesta en funcionamiento del sistema de gases medicinales.
El Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, de Santa Marta, aumentó la capacidad instalada y hoy cuenta con 50 camas de cuidados intensivos y 3 de intermedios, retomó la administración y operación del laboratorio clínico y reactivó el comodato con la Universidad del Magdalena para el funcionamiento del piso 6.
Entre tanto, en la ESE Alejandro Próspero Reverend, se logró la expansión de 20 camas para la atención de pacientes COVID-19 en la sede de La Castellana, fue inaugurado el laboratorio clínico en el centro de salud de Bastidas y se realizaron mejoras en las instalaciones de los centros de salud de La Castellana, Centro Bastidas y La Candelaria.
Durante la medida de vigilancia ordenada por la Supersalud y con el apoyo de la Gobernación del Tolima, el Hospital Federico Lleras, de Ibagué, puso en funcionamiento el Centro de Alta Dependencia Obstétrica, con una capacidad de 8 camas de Cuidado Intensivo para garantizar la atención a maternas que presentan alto riesgo. Finalmente, el Hospital San Rafael, de Leticia (Amazonas), realizó la reapertura de servicios de consulta externa, promoción y mantenimiento de la salud, consulta especializada; al tiempo que reactivó la oferta del servicio de ortopedia que no tenía especialista y puso en funcionamiento la sala ERA (Enfermedad Respiratoria Aguda).
En el marco de la atención a la emergencia sanitaria, la institución ya cuenta con una sala de Cuidados Intermedios, con capacidad de 18 camas con su respectivo ventilador, al igual tres camas pediátricas con ventilador.