Factory Steak & Lobster: cortes Angus Prime y mariscos frescos en una experiencia American Steak House con sello JW Marriott Bogotá.
El cruce perfecto entre brasas y océano, con cortes Angus que laten al calor del fuego y vinos que prolongan su memoria.
El fuego es el corazón de la cocina y la excelencia, su lenguaje. Factory Steak & Lobster, la más reciente propuesta gastronómica de JW Marriott Bogotá, abre sus puertas en la Zona G con una experiencia American Steak House que combina cortes de carne certificados e importados, mariscos de calidad excepcional y una cava de vinos diseñada para maridajes memorables. En Factory Steak & Lobster, la parrilla es un escenario vivo: el carbón chisporrotea, las brasas iluminan el acero y el aroma de la carne sellándose se mezcla con el perfume salino.

Cada corte es elegido con precisión y trabajado como una pieza única. El Tomahawk de 900 gramos, terminado sobre piedra de sal del Himalaya; el New York Strip madurado en seco para concentrar su sabor; la Entraña de 400 gramos, pensada para compartir y el Ribeye con mantequilla de hierbas y pimienta negra recién molida son ejemplos de una carta donde la técnica y la calidad se encuentran en equilibrio.
En Factory Steak & Lobster el mar tiene su propio protagonismo: la Cola de Langosta cocinada en josper, el Atún en Costra de Sésamo con Pesto de Brócoli, para los que buscan un bocado especial, el Surf & Turf reúne en un mismo plato lo mejor de ambos mundos.
“Factory Steak & Lobster es mucho más que un restaurante dentro de un hotel; es un destino gastronómico para Bogotá”, dijo Thane Kuhlman, gerente general de JW Marriott Bogotá. “Queremos que cada visita sea una experiencia completa: un ambiente elegante y acogedor, un servicio que se anticipa a lo que el comensal desea y una propuesta culinaria que refleje lo mejor de la cocina de mar y tierra. Aquí, el lujo no está en lo ostentoso, sino en los detalles que hacen que la gente quiera volver.”

Vinos que narran historias, copas que guardan memorias
La cava de Factory Steak & Lobster guarda más de 200 etiquetas, desde una selección de Malbec mendocinos que abrazan la intensidad de una entraña Angus Prime, hasta un Chardonnay californiano que potencia la dulzura de una langosta.
Aquí, el sommelier no se limita a recomendar: cuenta el viaje de cada botella, el clima que la vio nacer y el porqué de su afinidad con cada plato. La experiencia se completa con copas de cristal fino que dejan respirar al vino y realzan cada matiz. En Factory Steak & Lobster de JW Marriott Bogotá, cada momento tiene su propio guion.
El Steak Tartar se monta al instante, picando la carne a cuchillo y mezclándola con mostaza Dijon, alcaparras y un toque de yema fresca. Las guarniciones, incluidas en cada plato, son un despliegue de texturas: Papas Nativas, espárragos a la técnica, mazorca parrillada en mantequilla y ajo, o puré de coliflor con pasta de trufa. En la mesa, pequeñas vasijas con sal rosada del Himalaya, sal negra de Hawái o escamas de maldon invitan a experimentar.

Un ritual de fuego, tiempo y precisión
“En Factory Steak & Lobster tratamos cada ingrediente con el mismo respeto que se le da a una obra de arte”, asegura el Chef Ejecutivo, Maurizio Di Munno. “Seleccionamos cortes certificados y mariscos de origen controlado, y los llevamos a la parrilla como si fuera un ritual: con tiempo, precisión y pasión. No buscamos impresionar con artificios, sino con sabores auténticos, jugosidad impecable y maridajes que hagan que cada bocado se quede en la memoria”.
Cuando la copa se vacía y el último bocado permanece, el espacio revela su otro gran papel: Un salón vestido con madera pulida, vidrio y metal; el cuero curtido, la gamuza suave y el terciopelo profundo de las poltronas invitan a alargar la sobremesa. En Factory Steak & Lobster el sabor se construye a la vista, entre chispas y aromas. ¡Si buscas carne, mariscos y vino en estado puro, este es el momento de venir!