Jorelyn Carabalí fue una de las jugadoras más destacadas de la Selección Colombia femenina en la histórica clasificación a cuartos de final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. De hecho, fue la única colombiana que logró estar en el once ideal de la FIFA en toda la competencia.
Sin embargo, su historia personal ha estado marcada por la tristeza de perder a sus hermanos y a uno de sus sobrinos en condiciones muy difíciles.
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Precisamente, mientras volvía al país tras su gran Copa Mundo, tuvo que enterarse, minutos antes de abordar el avión, del asesinato de su hermano, Paulo Andrés, en una discoteca en Cali.
Aunque inicialmente el comandante de la Policía de Cali, coronel William Quintero, dijo que al parecer había un tema relacionado con el conocido ‘gota a gota’ de fondo, la futbolista lo negó.
Jorelyn habló con la revista Semana sobre este inmenso dolor para ella y su familia: «Él llegó a la zona a discutirle a mi hermano, que no quería problemas, porque estaba con su pareja y amigos. Los amigos lo tranquilizaron. Siguió la discusión, quería problemas, hubo un encuentro y el pelado le responde que él no pelea a puños», dijo.
Este dolor se suma al del fallecimiento de su hermano Juan Francisco, de solo 15 años, en un campo de fútbol, en 2017: «Cuando perdí a mi primer hermano, tuve que irme a Neiva a los dos días para empezar en el fútbol profesional. He llorado y pasado muchas noches difíciles sin conciliar el sueño», dijo.
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Otro dolor para Jorelyn y su familia fue la muerte de uno de sus sobrinos: «Estaba concentrada para el inicio de la Copa América y pude despedirme de él, que era el hijo de mi hermano que acaban de matar. Ahora ellos son mi inspiración para seguir creciendo», concluyó.