Por: Gabriela Valencia
En 2022, una familia oriunda de California, se encontraba en una playa de Costa Rica disfrutando de sus vacaciones, cuando al parecer una iguana mordió a la niña por intentar quitarle un pedazo de pastel.
Los padres vieron como el lagarto muerde a la niña en su mano izquierda y luego huyé con el dulce, la herida de la pequeña parecía superficial, así que los adultos la llevaron a un local, donde le desinfectaron la herida y le dieron antibiótico.
Dos semanas después, la niña parecía estar curada; sin embargo, 5 meses después, los cuidadores comenzaron a notar un bulto en la parte donde había recibido la mordida, por lo cual debieron llevarla inmediatamente a un centro asistencial.
Y aunque la pediatra pensó que era inofensivo, el bulto siguió creciendo, e incluso le causaba molestias.
Los resultados que arrojaron los exámenes médicos, fue que la menor había contraído Mycobacterium marinum, una microbacteria.
Esta situación llevó al Dr. Jordan Mah, experto en microbiología médica del Departamento de Patología de la Universidad de Stanford, a investigar el caso, ya que se cree es la primera vez que un humano contrae este tipo de infección por la mordedura de una iguana.