
La jornada de ayer estuvo marcada por el caos en las calles de Bogotá. En horas de la mañana, una fuga de gas en la calle 13 con avenida Caracas obligó a cerrar el ingreso sur de la estación Av. Jiménez de TransMilenio, lo que afectó a miles de usuarios del sistema y provocó fuertes retrasos en el centro de la ciudad.
El hecho coincidió con la hora pico laboral, generando una gran presión sobre las troncales de TransMilenio y las principales vías del centro. Los pasajeros tuvieron que caminar hasta estaciones vecinas, mientras el tráfico en superficie se congestionó por completo en la Caracas, la calle 13 y los accesos hacia el occidente.
Durante la jornada también se aplicó el pico y placa para particulares terminados en 1, 2, 3, 4 y 5 y taxis finalizados en 1 y 2. La medida buscaba mitigar los trancones, pero el incidente con la fuga de gas multiplicó los retrasos en el occidente y en corredores estratégicos como la avenida Suba, la autopista Norte y la avenida Ciudad de Cali.
Aunque la emergencia fue controlada en horas de la tarde, el balance final dejó una lección clara: la ciudad sigue siendo altamente vulnerable a cualquier contingencia que afecte el transporte público en el centro, donde se concentran los mayores flujos de pasajeros.