
En una imagen que quedará grabada en la memoria del país, el padre y la viuda del senador Miguel Uribe Turbay se aferraron este lunes al féretro del líder político en medio del Salón Elíptico del Congreso, incapaces de contener el llanto. El político del Centro Democrático murió en la madrugada del 9 de agosto tras luchar durante dos meses contra las graves heridas sufridas en un atentado armado en Bogotá.
El día comenzó con el traslado del cuerpo desde la Fundación Santa Fe de Bogotá en un coche fúnebre, custodiado por un fuerte dispositivo de seguridad. La llegada al Congreso fue recibida con aplausos tímidos, oraciones y rostros que reflejaban dolor profundo.
La esposa del senador, María Claudia Tarazona, acompañada de sus hijas, tomó la palabra para hacer un llamado nacional a la calma: “Rechazo cualquier acto de violencia o venganza por la muerte de Miguel”, expresó. Sus palabras resonaron en un país que aún intenta asimilar el impacto del crimen político que conmocionó a toda la nación.

El homenaje privado de este lunes dio paso a tres jornadas de tributo, en las que el Congreso abrirá sus puertas para que ciudadanos, colegas y líderes políticos puedan despedirse. Será un adiós marcado por la indignación y el recuerdo de un hombre que, con apenas 39 años, construyó una carrera política caracterizada por el debate democrático, la preparación académica y la defensa férrea de las instituciones.
Mientras el féretro reposaba en medio del recinto, la imagen de padre e hija política abrazados sobre él fue captada por decenas de cámaras, sellando uno de los momentos más tristes en la historia reciente del Capitolio Nacional.