El expresidente César Gaviria criticó con dureza la política de «Paz Total» del presidente Gustavo Petro, asegurando que la intensificación de la violencia en el país es «innegable y difícil de ocultar» y que, lejos de consolidar una estrategia coherente, el gobierno ha desplegado una política «ambigua, desarticulada y desconectada de las realidades territoriales».
El líder natural del Partido Liberal asegura que se debilitó la presencia institucional, y se ha tolerado, cuando no facilitado, la expansión de actores armados ilegales, y se ha puesto en entredicho la autoridad legítima del Estado en amplias regiones del país.
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«A casi tres años del inicio de su mandato, los resultados empíricos de dicha estrategia reflejan una creciente fragilidad institucional en múltiples territorios, un deterioro sostenido en los indicadores de violencia homicida, desplazamiento forzado y confinamiento, así como una pérdida de capacidad operativa por parte de la Fuerza Pública», advirtió el expresidente.
Gaviria recordó episodios recientes como la «masacre» del Catatumbo en enero, que dejó más de 60 muertos y provocó el desplazamiento de más de 50.000 personas, así como los múltiples paros armados que han confinado comunidades enteras.
«La ausencia de una figura con autoridad militar en la cúpula del plan de “Paz Total” que financia el gobierno sigue siendo un lunar crítico, para hacerle frente a una región asediada por violencias de todo tipo, lo que subraya la falta del control territorial del Estado y la incapacidad de la para prevenir la violencia incluso entre grupos armados», indicó.
El líder liberal también rechazó la propuesta del Gobierno de otorgar beneficios judiciales a criminales comunes sin vínculo con procesos de paz, calificándola de concesión peligrosa.
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“Presidente: la búsqueda de la paz no se mendiga, se impone. Requiere el ejercicio, sin contemplaciones, del monopolio legítimo de la fuerza por parte del Estado. Este ejercicio debe ser complementado por las autoridades militares encargadas de combatir los grupos irregulares. Esto es lo exitosamente está ocurriendo con las autoridades que en las que el Estado ha ido cediendo ese monopolio de uso de la fuerza. Es más, son unas prácticas exitosas que nadie piensa que se pueden volver atrás”, finalizó Gaviria.