Bogotá ya no tendrá fantasma de racionamiento de agua 

Tras meses de incertidumbre y la sombra de un racionamiento de agua que impactó a los bogotanos, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha anunciado oficialmente que la ciudad tiene garantizado su suministro de agua para los próximos 33 años. 

Este pronóstico se basa en la culminación exitosa de las obras de modernización y optimización de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) Tibitoc, una infraestructura clave que, junto al sistema Chingaza, asegura una redundancia vital para la metrópolis. El anuncio pone fin a las «voces catastrofistas» que surgieron a raíz de la reciente crisis hídrica, provocada por dos años de bajas afluencias al sistema Chingaza, el cual históricamente ha provisto alrededor del 70 % del agua de la ciudad. 

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La inversión y el esfuerzo en la planta Tibitoc, que se surte del río Bogotá, han permitido sortear la emergencia y ahora proyectar un futuro hídrico estable. El alcalde Galán explicó la importancia de esta obra en entrevista, destacando la diversidad de las fuentes de agua de Bogotá. 

«Bogotá se surte de agua de tres sistemas. El principal ha sido siempre Chingaza en promedio históricamente ha traído el 70 % del agua de Bogotá, es decir, de cada 10 L de agua que consume Bogotá, históricamente Chingaza ha traído siete. El segundo es Tibitoc, que trae el agua del río Bogotá, que viene de los envases de Tominé, del Neusa, el Sisga. Y el tercero es el sistema sur que trae el agua vía la planta del Dorado, que apenas ha traído más o menos el 5 %». 

La optimización de los siete trenes de tratamiento de Tibitoc, un contrato iniciado en 2019 durante la administración del alcalde Peñalosa y modernizado en 2022 bajo la alcaldesa Claudia López, ha sido fundamental. 

A pesar de los atrasos, la presión ejercida por la actual administración en medio de la crisis permitió acelerar su puesta en marcha. «Ahora ya podemos reportar que además de eso, al terminar eh la optimización de los siete trenes de tratamiento de Tibitoc, tenemos la capacidad de tratar 10,5 m³ de agua por segundo. Eso es sería más de 55 % del agua que consume Bogotá, casi 60 o inclusive más si tuviéramos la concesión de captación», afirmó Galán. 

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La entrada en funcionamiento de este séptimo tren de tratamiento y la energización de la estación eléctrica de la planta Tibitoc, que capta agua del río Bogotá, representan una «redundancia fundamental» que aleja el fantasma del racionamiento y la escasez de agua que la capital sintió de cerca en los últimos meses, brindando tranquilidad a los bogotanos para las próximas décadas. 

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