Entre los detenidos hay casi una veintena de reporteros, entre ellos corresponsales de medios rusos, lo que fue condenado por la Unión de Periodistas de Rusia.
Esa práctica ha sido muy criticada en las últimas semanas por organizaciones internacionales, ya que varios periodistas han sido condenados a arresto administrativo y decenas se han visto privados de acreditación.
Según ha podido comprobar EFE, varias decenas de miles de personas salieron hoy a la calle a protestar, lejos de los más de 100.000 de otras ocasiones.
Las protestas antigubernamentales estallaron el 9 de agosto en Bielorrusia tras el cierre de los colegios en unas elecciones presidenciales que la oposición consideró fraudulentas y no han cesado desde entonces, aunque el movimiento de protesta ha perdido fuerza, según la organización de derechos humanos Vesná.
La ONG publicó en su pagina web una lista de 108 personas de detenidas en Mink, donde la policía empleó granadas aturdidoras y disparó balas de goma al aire para disolver a los manifestantes.
“Se hicieron varios disparos de balas de goma al aire, después de que una muchedumbre agresiva lanzara piedras contra un vehículo policial y agentes de la fuerzas del orden”, admitió la oficina de prensa de la Policía de Minsk en un comunicado.
Miles de personas marcharon por las calles de la capital bielorrusa pese a las amenazas de las autoridades de emplear armas letales, si fuera necesario, contra los manifestantes que exigen la renuncia de Lukashenko.
Dos cordones, de policías antidisturbios y efectivos militares, apoyados por una decena de carros blindados, fueron desplegados hoy en torno al Palacio de la Independencia, la residencia de Lukashenko, en el poder hace 26 años.