Cinco estrategias para implementar un programa de bienestar corporativo

Las jornadas de trabajo ocupan una gran parte de la vida, por eso, cada vez es más frecuente que los empleados busquen posiciones en las que, además de ser bien remunerados, puedan desarrollarse profesionalmente en entornos donde se incluyan los aspectos personal y familiar. Por tal razón, en las empresas se han popularizado los programas de bienestar corporativo, lo cuales fomentan el compromiso de sus colaboradores a través del reconocimiento y la motivación.

 

Tener un equipo comprometido con la empresa influye de manera directa en el aumento de la productividad y por ende en el crecimiento del negocio. Además, una organización decidida a integrar el bienestar corporativo, logrará un ambiente de trabajo sano, libre de estrés laboral, así como trabajadores más implicados, creativos y satisfechos.

 

Estos programas abarcan no sólo aspectos estrictamente laborales, sino que también pretenden mejorar la seguridad y salud de las personas, fomentando hábitos saludables dentro y fuera de la compañía.

 

La Dra. Graciela Dixon*, propietaria de Project Wellness, empresa dedicada a brindar información relacionada con la salud integral, señala que la promoción de la salud es una inversión en el activo más importante de las empresas, los colaboradores. Por eso, aquellas compañías que desean atraer y mantener al mejor talento, deben tener líderes que comprenden la conexión entre la satisfacción y la salud del trabajador, lo cual incide en la eficiencia del modelo de negocio”.

 

A continuación, la experta comparte cinco estrategias para fomentar el bienestar del empleado: 

 

  1. Ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional: Para los colaboradores es de gran importancia unirse a empresas que les brinde oportunidades de crecimiento personal y profesional. Desarrollar planes de formación e incluir la capacitación dentro de las actividades de la empresa, impulsa el aprendizaje en los equipos para que se conviertan en grandes profesionales, aprovechando así, todo su potencial para la identificación de nuevas oportunidades y la consecución de las metas empresariales.
  2. Promover los hábitos saludables: Un buen plan de bienestar corporativo se asegura de brindarle al personal herramientas para que puedan mejorar sus hábitos dentro y fuera de la empresa. Por ejemplo, una forma sencilla de promocionar la práctica regular de ejercicio físico es organizar actividades grupales fuera del horario laboral. Así mismo, para fomentar una alimentación saludable, se puede sustituir las máquinas expendedoras de productos empaquetados por aquellas que ofrecen productos saludables o frutas frescas.  Finalmente, para promover el control del estrés, hay iniciativas interesantes que incluyen talleres de yoga, mindfulness o gestión del tiempo, entre otros.
  3. Adecuar un entorno agradable de trabajo: Si se ha decidido regresar a la oficina de forma presencial, es este el lugar en el que los empleados pasarán buena parte de su jornada laboral. Por ello, implementar medidas de bioseguridad adecuadas, tener una buena iluminación, brindar mobiliario ergonómico y garantizar pequeños descansos para la desconexión, harán de este espacio un entorno sano, seguro y agradable para desarrollar la creatividad y aumentar la productividad.
  4. Fomentar la flexibilidad laboral: Actualmente los colaboradores además de los beneficios económicos que las compañías puedan ofrecerles, buscan una mejor calidad de vida. Considerar horarios flexibles de entrada y salida de acuerdo a las necesidades de cada empleado, o el teletrabajo, favorecen el bienestar emocional del equipo. Estas acciones no solo benefician en el ámbito económico a la empresa, sino que también mejora su imagen, convirtiéndola en un lugar más atractivo para trabajar.
  5. Comunicarse de forma efectiva con el equipo: Es importante que el personal se sienta escuchado, así se logrará entender sus solicitudes o necesidades, lo que aumenta su satisfacción y, por ende, mejora el clima laboral. La Dra. Gabriela Dixon* recomienda establecer canales de comunicación honesta y abierta en los que los colaboradores se sientan cómodos y seguros para comunicar sus pensamientos e iniciativas, lo que permitirá que “las personas sumen mejores ideas, sean más eficientes y se enfrenten mejor las situaciones del día a día”.
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