Por si no había suficientes videos, Zapata y Mojica entraban pronto en calor: al primer minuto se juntaban los del Atalanta y por poco salía desviado el cabezazo del hombre en punta de Colombia.
La respuesta local llegó de inmediato, un centro peligrosísimo de Vidal, que apareció muy solo por derecha y por fortuna no encontró destino.
Y entonces, la primera fiesta de la noche llegaría a los 6 minutos, una recuperación valiente de Medina acabó en un fabuloso centro que superó a Duván pero no a Lerma, quien apareció con un cabezazo al piso para poner a ganar a Colombia cuando el partido apenas amanecía. Primer gol, primer beso al escudo, primer abrazo. ¡Inolvidable Lerma!
Pero Chile encajó el golpe con altura y se fue acercando con Alexis y Vargas, este último más claro a los 16 en un mano a mano que le ganó el otro Vargas, Camilo, el arquero que le arrebató la pelota de los pies. Se ganaba el regaño más bien ganado del mundo Lerma por parte del central en el rifi-rafe con Vidal, a quien dejaba sembrado en el medio y solo era desarmado con infracción.
Vendría una primera amarilla a Dávinson, por falta a Alexis, lejos del área… innecesaria con solo 21 minutos de juego.
Pero bueno, el rival juega y lucha y también sufre porque a los 23 era de nuevo Lerma el que en su excursión desde campo propio remataba para obligar al manotazo del portero. ¡El partido que se jugaba el vallecaucano!
El tiro libre de James iba a la tribuna y en el arco de enfrente un error no forzado de esos que el equipo chileno cobra con sangre: se enredó Cuadrado al tratar de evacuar, no llegó Dávinson y al frente, ya sin la agobiante marca de Medina, aparecía Alexis para capitalizar el error en su primera llegada de gol real en 40 minutos. Un pestañeo, remontada, dos goles, amarilla para James por una torpeza en la marca, Mojica sufría como condenado contra Isla, Duván la mandaba a la luna… Todo mal. En buen momento llegó el pitazo.