Tragedia en Cajicá: equipo élite de la Policía investigará la misteriosa muerte de Valeria Afanador

El país amaneció con una noticia devastadora: tras casi tres semanas de incertidumbre, fue hallado el cuerpo de Valeria Afanador Cárdenas, la niña de 10 años con síndrome de Down desaparecida el pasado 12 de agosto en Cajicá. El hallazgo se produjo en inmediaciones del Gimnasio Campestre Los Laureles, su colegio, a pocos metros del río Frío, en un área que ya había sido inspeccionada por las autoridades.

El hecho genera múltiples interrogantes: ¿cómo llegó el cuerpo a un sitio que había sido rastreado antes? ¿fue movido recientemente? Estas dudas son ahora la prioridad del equipo élite conformado por la Policía Nacional, anunciado por el mayor general Carlos Fernando Triana Beltrán. “Estamos atentos al dictamen de Medicina Legal. No descansaremos hasta dar con los responsables de este doloroso crimen”, aseguró en un mensaje público.

La confirmación oficial la dio el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, quien ratificó la identidad del cuerpo y pidió acompañar con solidaridad a la familia de la menor. El funcionario insistió en que el caso no puede quedar en la impunidad, mientras la Fiscalía y la DIJIN refuerzan su trabajo investigativo.

El hallazgo del cuerpo de Valeria ocurre tras una de las operaciones de búsqueda más grandes del departamento, en la que participaron más de 190 personas entre Policía, Bomberos, Gaula, Defensa Civil y voluntarios. Durante 18 días, la comunidad local se unió en jornadas de búsqueda y oración, manteniendo la esperanza de encontrarla con vida.

Hoy, esa esperanza se transformó en duelo. Cajicá y Colombia entera claman por respuestas rápidas y contundentes. La muerte de Valeria Afanador no solo enluta a una familia, sino que reabre un debate profundo sobre la seguridad infantil, las fallas en los protocolos de búsqueda y la urgencia de garantizar entornos seguros para los menores en las instituciones educativas.

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