La desaparición de Valeria Afanador, la niña de 10 años con síndrome de down, dio un nuevo giro con la intervención de la Interpol. El organismo internacional emitió una circular amarilla con los datos e información de la menor, desaparecida en el municipio de Cajicá, Cundinamarca, desde el pasado 12 de agosto.
La circular amarilla es una notificación policial que se difunde a nivel global con el fin de ayudar a localizar personas desaparecidas, identificar a quienes no pueden hacerlo por sí mismos y solicitar cooperación internacional. Con esta medida, la búsqueda de Valeria trasciende las fronteras colombianas y se activa en los 196 países miembros de la Interpol.
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La niña desapareció cuando se encontraba en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, en la zona rural de Cajicá. Pese a los operativos de búsqueda que incluyen Policía, Fiscalía, Ejército, Bomberos y organismos de rescate, hasta ahora no se tienen pistas claras sobre su paradero. Las autoridades mantienen una recompensa de $ 70 millones por información que lleve a su ubicación.
La emisión de la circular representa un paso adicional en el esfuerzo por encontrarla. Con la alerta, cualquier autoridad en el mundo que reciba información sobre Valeria Afanador podrá actuar de inmediato y coordinar con las autoridades colombianas.
El caso mantiene en vilo a la comunidad de Cajicá y al país entero, mientras familiares, vecinos y voluntarios continúan sumándose a las labores de búsqueda con la esperanza de que Valeria regrese sana y salva a su hogar.
En un primer momento se pensó que la menor habría caído al río Frío, que pasa a escasos metros del plantel educativo. Por eso se desplegó allí todo un plan de contingencia para dar con su paradero. Sin embargo, pasados los primeros tres días de búsqueda, el Cuerpo de Bomberos del departamento descartó en un 95 por ciento la posibilidad de que hubiera caído allí. A pesar de eso decidieron ampliar a seis kilómetros, río arriba y río abajo, el rango de búsqueda, porque creen que no está demás seguir buscando.
La otra hipótesis que manejan las autoridades es que la niña pudo haber salido caminando por la ronda del afluente en dirección a una calle que está al lado del colegio. Pero sobre esa alternativa tampoco hay muchas pistas.
El Gimnasio Campestre Los Laureles, donde estudia Valeria y donde fue vista por última vez, está ubicado en la vereda Canelón, sector Bebedero. Buena parte de los predios de esa zona son residenciales; otros, cultivos. Metro a metro —aseguran los Bomberos y la Policía— cada uno de esos lugares ya fue inspeccionado, pero a la niña parece habérsela tragado la tierra.
En su momento, Manuel Afanador, abuelo paterno de la menor de edad, indicó en entrevista que se sospechaba de un hombre “alto y corpulento” que se la habría llevado, pero 24 horas después de esa afirmación, Luisa Cárdenas, madre de Valeria, la descartó por completo.
A pesar de las negaciones de la mamá, Manuel Afanador, padre de la menor, cada vez que da una entrevista parece dirigirse a alguien en específico y, de hecho, ha suplicado que regrese a la niña.
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“Si alguien la tiene, le decimos a esa persona: deje que la niña vuelva al seno de su hogar. Ella es indefensa, necesita cuidados especiales, extraña a sus papás y a sus hermanos”, dijo.
Tras las continuas y exhaustivas búsquedas por la menor que tiene síndrome de Down, la Alcaldía de Cajicá y la Gobernación de Cundinamarca anunciaron que se aumentó la recompensa de 50 a 70 millones de pesos por información que permita la ubicación de Valeria.
Adicionalmente, personal de la Defensa Civil, Cruz Roja, Bomberos y Ejército mantienen jornadas de barrido en zonas aledañas al río Frío y en áreas boscosas cercanas. De igual forma se mantiene la entrega de volantes con la fotografía de la niña para ayudar en su posible identificación.
De acuerdo con Álvaro Farfán, delegado departamental de Bomberos de Cundinamarca, los organismos de socorro e investigativos continúan trabajando articuladamente con el fin de encontrar a la menor y cuyas acciones ya suman más de 130 horas operativas, tanto en el lugar de la desaparición como en zonas montañosas del municipio.