El jurado encargado de sellar la suerte del magnate de la música Sean «Diddy» Combs en Estados Unidos lo absolvió de los cargos de asociación ilícita y tráfico sexual, pero lo encontró culpable de trata de personas para fines sexuales.
Tras siete semanas de juicio y poco más de dos días de deliberaciones, el portavoz del jurado anunció al juez Arun Subramanian su veredicto, que supone una victoria para Combs, de 55 años, y el equipo que lo defiende.
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Tras alcanzar este martes un acuerdo en cuatro de los cinco cargos, dos por tráfico sexual y otros dos por trata con fines sexuales, el jurado se puso de acuerdo este miércoles sobre el más importante, el de asociación ilícita, sobre el que había más divisiones.
El veredicto, que podría haber puesto a una de las figuras más celebradas del hip-hop tras las rejas de por vida, pero también podría enviarlo a prisión por hasta una década, probablemente pondrá fin a su carrera como exitoso ejecutivo musical, empresario de moda, embajador de marca y estrella de reality shows.
El fundador de la discográfica Bad Boy Records estaba acusado de ser el cabecilla de una organización criminal que obligaba a mujeres a participar en orgías sexuales con prostitutos y que conllevaba una cadena perpetua.
Asimismo, la Fiscalía lo acusó de dos cargos de tráfico sexual y otros dos de trata de personas con fines de prostitución. Estos últimos cargos menores pueden suponer 10 años de cárcel por cada uno, un máximo de 20 años.
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La fama de Combs, que estuvo arropado la mayor parte del juicio por su madre y sus hijos, sufrió un duro golpe cuando su expareja de 11 años, la cantante Casandra «Cassie» Ventura, presentó una demanda acusándolo de violación y agresión sexual.
Este caso se resolvió extrajudicialmente tras el pago de 20 millones de dólares por parte del magnate de la música, detenido desde septiembre en una cárcel de Brooklyn, pero desencadenó una avalancha de demandas civiles y finalmente cargos penales.