Los problemas de calendario se le acumulan a la UEFA cuando sólo queda una ventana para que concluya la fase de clasificación de la Eurocopa. La suspensión al descanso del Bélgica-Suecia es el último contratiempo con el que se encontrará el organismo que preside Aleksander Ceferin para cuadrar la fase previa del torneo.
Los suecos, abatidos por el atentado en Bruselas horas antes de su duelo ante Bélgica que costó la vida a dos de sus compatriotas, no tienen la intención de jugar la segunda parte del choque. Es más, la normativa dice que los partidos no concluidos se deben terminar lo antes posible y en el mismo escenario, algo que ya no es posible pues la expedición de Suecia regresó a Estocolmo y sus jugadores fueron devueltos a sus clubes.
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La UEFA quiere que se finalice el encuentro a toda costa, entre otras cosas porque los puntos en juego, incluso los goles de ese partido, pueden determinar en qué posición acaba Bélgica -si es cabeza de serie o no- y Suecia -que también tiene opciones de ir a la repesca-. El resultado tiene incidencia directa con otros grupos, otros equipos, la repesca y hasta el sorteo de la fase final el 2 de diciembre. Hay que recordar que ese día se sabrán -en principio- 21 de los 24 clasificados finales, pues en el momento del sorteo se desconocerá el nombre de los tres que entran en la Euro vía repesca.
No es este el único inconveniente con el que ha encontrado la UEFA en esta ventana. Los duelos de Israel ante Suiza y Kosovo fueron postergados por el conflicto que vive el país con Palestina. El primero ha sido encajado el 15 de noviembre en una ventana que será triple para los israelíes, ya que juegan además ante Rumanía y Andorra esos días. Del duelo ante Kosovo aún no se sabe nada, pero debe disputarse igualmente porque Israel está en la pelea por clasificarse de manera directa para la Euro junto a suizos y rumanos.
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Además, el peculiar sistema de repescas de la Nations League hace que Irlanda se vea en la extraña situación de querer perder su partido ante Países Bajos del 18 de noviembre para poder tener alguna opción de estar en la Euro. Su única baza es ir a dicha repesca, para lo cual necesita que los neerlandeses se clasifiquen directamente a la Euro (se la están jugando con Grecia en estos momentos) y les liberen su plaza de repesca. Toda una excentricidad que hará que se mire con lupa el Países Bajos-Irlanda para evitar una alteración manifiesta del resultado.