Los beneficios de contratar personas en condición de discapacidad en Colombia.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las personas con discapacidad en el trabajo son «…aquellas cuyas perspectivas de seguridad, regreso, mantenimiento y progreso en un empleo se ven reducidas de forma importante debido a un reconocimiento adecuado de una discapacidad física, sensorial, intelectual o mental».  Lo que implica un alto nivel de desempleo en esta población.

A la fecha la mayoría de las contrataciones, no solo se hacen a través de una agencia de empleo, sino que se utilizan para cargos temporales mayoritariamente para cubrir una vacante o un porcentaje establecido que permitirá a la empresa el logro de un beneficio de tipo tributario; bien sea la disminución de su carga impositiva o la consideración de su remuneración como impuestos.

Pero, aun sabiendo lo anterior, generar empleo para personas en condición de discapacidad es una necesidad mundial. En Colombia, según la OIT, el 15% de la población está en situación de “discapacidad”- 7.5% son mujeres y 6.8% son hombres-, de los cuales el 80% se encuentra en la facultad para trabajar, aunque para los empresarios la realidad sea distinta. De aquellos que se encuentra trabajando, el 71% lo hacen sin contrato y sólo el 10% tiene un contrato a término indefinido; evidenciando la falta de compromiso por parte de las empresas de descubrir y reconocer a las personas en condición de discapacidad.

Proyecto para el aumento de la empleabilidad.

Es por eso que el Gobierno liderado por el consejero presidencial Jairo Clopatofsky, confirmó $834.000 millones de pesos en el 2019 para invertir en proyectos que mejoren las condiciones laborales de las personas con habilidades especiales. El objetivo fue aumentar la cuota de empleabilidad al 2% en el sector privado y la contratación de 12.000 personas en el sector público. Pero eso no es todo: para impulsar la contratación el gobierno tiene varios incentivos para las empresas que quieran hacer parte de estos programas:

  • Uno de los incentivos más significativos es la reducción de impuestos a empresas que los contraten; la Ley 361 de 1997 avala la deducción en el impuesto de renta hasta el 200% de los salarios y obligaciones que se paguen por cada trabajador con habilidades distintas con una limitación mayor al 25% comprobada.
  • Además, tendrán la disminución del 50% del número de aprendices que deben vincular.

Beneficios organizacionales.

Pero no solo se reciben beneficios tributarios, según Eduardo Frontado, especialista en temas de inclusión laboral; el valor de tener en el equipo de trabajo personas con habilidades distintas enriquece la perspectiva del mismo: sus historias y sus vivencias permiten percibir el valor de darle a los demás las oportunidades que se merecen haciendo de este reto de la inclusión el máximo galardón al cual aspirar.

Además, permiten generar empatía y colaboración que suelen ser vistos como “cualidades blandas”, pero que a largo plazo permiten mayor sentido de pertenencia de los empleados a las organizaciones trabajando de forma más eficiente y, así mismo, generando mayores resultados que se reflejan en los ingresos.

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