Estados Unidos negocia para liberar a soldado detenido en Corea del Norte

El destino de Travis King, el soldado estadounidense que cruzó a Corea del Norte hace unos días, sigue siendo una incógnita y los expertos dicen que Estados Unidos está en un momento clave para tratar de negociar su regreso a casa.

El principal reto es que Estados Unidos no tiene una relación diplomática oficial con Corea del Norte. Por ende, depende de una red de canales indirectos para negociar el regreso de sus ciudadanos detenidos en ese país.

Se cree que el soldado King, de 23 años, está detenido y está siendo interrogado por las autoridades norcoreanas.

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King fue visto por última vez hace una semana corriendo por la zona desmilitarizada que separa a Corea del Norte de Corea del Sur. Desde entonces, las tensiones han escalado en la región. Corea del Norte disparó dos misiles balísticos al mar después de que un submarino de propulsión nuclear estadounidense se estacionara en Corea del Sur.

“Todas las partes están intentando comprender qué pasó y qué hacer”, dijo Mickey Bergman, director ejecutivo del Richardson Center, una organización que promueve la diplomacia global.

Bergman, quien lleva casi 20 años negociando la devolución de ciudadanos estadounidenses desde países hostiles, afirmó que la mejor oportunidad que hay de liberar a un prisionero es justo después de que es detenido. Es decir, cuando probablemente esté siendo interrogado por las autoridades del país, pero antes de que se le acuse de un delito, como el de espionaje.

Es en ese momento, antes de que las cosas se vuelvan oficiales, que los negociadores pueden apelar mejor a la humanidad de la gente, dijo Bergman.
Dado que Estados Unidos no mantiene oficialmente lazos diplomáticos con Corea del Norte, Suecia ha servido como intermediaria desde su embajada en Pyongyang y ha ayudado a transmitir comunicaciones a las autoridades norcoreanas.

Pero también hay canales secundarios. Corea del Norte mantiene una misión en las Naciones Unidas en Nueva York. En tiempos de crisis, la misión —denominada el Canal de Nueva York— se ha convertido en una vía para que funcionarios de ambos países mantengan conversaciones.

Durante años, Robert King era una de las primeras personas que recibía una llamada cuando un estadounidense era capturado por Corea del Norte. Como antiguo enviado especial de Estados Unidos para los asuntos de derechos humanos norcoreanos, el embajador ayudó a negociar la liberación de múltiples detenidos, entre ellos el estudiante Otto Warmbier y el misionero estadounidense Kenneth Bae.

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Durante casi 20 años, Bergman ha trabajado junto al exgobernador de Nuevo México Bill Richardson para conseguir la liberación de prisioneros de países hostiles a Estados Unidos.

Aunque el Centro Richardson no está involucrado en el caso de Travis King, Bergman afirmó que, en su experiencia, cuando se trata de Corea del Norte, no hay un manual de negociación.

En su opinión, lo mejor es abordar las negociaciones tensas a través de lo que él llama “diplomacia marginal”.

Las organizaciones sin ánimo de lucro y las agencias humanitarias estadounidenses llevan décadas brindando ayuda a los norcoreanos. Cuando los canales oficiales se estancan, a menudo se recurre a estos canales no gubernamentales para negociar en nombre de las familias de los detenidos.

Según Bergman, la independencia de una ONG frente al gobierno estadounidense es una ventaja porque permite que las negociaciones se centren únicamente en el bienestar y la devolución del detenido, en lugar de la política mundial.

“La gente nos puede hablar de cuestiones políticas, pero no hay nada que podamos hacer al respecto”, agregó. “Somos mucho más capaces de aislar la cuestión y proponer vías para resolver algunas de estas situaciones”.

Bergman también planteó que la atención se suele centrar en el momento de la “intervención”, cuando un preso político es rescatado y devuelto a casa. Pero ese momento no es posible sin años de interlocución significativa.

“Hay que construir relaciones para que, cuando haya una crisis, no se empiece desde cero”.

Corea del Norte cerró completamente sus fronteras durante la pandemia y, según Bergman, no está claro que la embajada sueca en Pyongyang haya vuelto a funcionar del todo.

Para complicar aún más las cosas, tras un breve periodo de intento de diplomacia, la administración Trump impuso una prohibición para viajar a Corea del Norte, con lo cual dejó sin validez los pasaportes y las visas estadounidenses.

La prohibición se ha mantenido durante la administración Biden y ha acabado efectivamente las vías humanitarias de interlocución, afirmó Bergman.

Corea del Norte es el único país del mundo al que los estadounidenses tienen prohibido viajar”, dijo. “Los norcoreanos ven eso como un insulto”.

Bergman, quien participó en las negociaciones para la liberación de Warmbier, cree que la repercusión internacional de la muerte del joven ha cambiado la perspectiva norcoreana sobre los presos políticos, y el país puede estar más dispuesto a llegar a un acuerdo.

“Después de lidiar con las negociaciones sobre Otto Warmbier, y el muy trágico desenlace que tuvieron, creo que los norcoreanos han escogido no jugar más el juego de los presos políticos”, afirmó.

Pero aún está por verse si eso significa que el soldado del ejército estadounidense Travis King será liberado rápidamente.

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