Reforma Agraria: Gobierno entrega más de 2.000 hectáreas a familias campesinas de Bolívar

Un total de 13 predios fueron entregados por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en los municipios de Turbana, San Juan Nepomuceno, San Jacinto, Zambrano, El Carmen de Bolívar, Achí y Magangué.

Estos terrenos comprenden más de 2.000 hectáreas y se integran al gran objetivo de la Reforma Agraria: hacer del campo un territorio productivo mediante el cultivo de alimentos y el fortalecimiento de un campesinado como dueño legítimo de la tierra que trabaja.

“El Gobierno Petro nos cumplió, esta tierra es nuestra, esta tierra sí es mía», dijo Enaldo Tovar, presidente de la Asociación Montes de Dios, al recibir la finca Cachenche, un predio de 176 hectáreas entregado por la ANT en el municipio de Turbana.

La finca Cachenche tuvo una historia marcada por el abandono, el uso ilegal y la lucha por la tierra. Estaba en manos de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), producto de la extinción de dominio a bienes relacionados con el narcotráfico, ya que según registros históricos perteneció al capo Pablo Escobar.

El director general de la ANT, Felipe Harman, resaltó durante la entrega de los predios que “el compromiso con los Montes de María y con Bolívar va más allá de este evento. Aquí saludamos el avance, subimos el marcador en casi 2.000 hectáreas más, pero sabemos que con esto no hacemos la Reforma Agraria».

“Aquí tenemos que seguir trabajando incansablemente entre la Agencia Nacional de Tierras, el Gobierno nacional y el campesinado, más unido que nunca. Ojo, más unido que nunca. No caigan en la trampa, esto no es una piñata, esto no es qué le dan al uno y qué le dan al otro, esto es estar más unidos que nunca por la transformación del país», recalcó.

​Gana​deros y empresarios se suma a la Reforma Agraria

Harman destacó que 12 de los 13 predios entregados a las familias campesinas fueron vendidos a la ANT de manera voluntaria por ganaderos y empresarios de la región.

Entre estos predios se encuentra la hacienda Jesús del Río, ubicada en el municipio de Zambrano, con una extensión de 733 hectáreas. En palabras de José Miranda, representante legal de la Asociación Amigos del Campo de Zambrano, organización beneficiaria del predio, esta es “una finca histórica, porque aquí trajeron al primer toro cebú de Colombia en 1913, y hoy va a pasar a manos de campesinos que vamos a producir alimentos en ella».

El municipio de Zambrano fue duramente golpeado por la violencia paramilitar, con presencia del Bloque Montes de María, responsable de masacres y desplazamientos forzados, como el ocurrido en agosto de 1999 en el corregimiento de Capaca, donde fueron asesinados 18 campesinos.

“Quiero contar nuestra historia como asociación. Una historia que viene de la violencia de nuestro municipio. Somos una asociación de amigos que nos unimos para enfrentar el conflicto en nuestro municipio y no abandonarlo. Decidimos asociarnos para comenzar la lucha de recuperar nuestros beneficios, nuestro territorio».

“Lo más satisfactorio es que hoy nuestros sueños se nos están haciendo realidad. Estamos demasiado agradecidos con el Gobierno Petro, con Felipe Harman, por eso pusimos el empeño y creímos en ellos, y hoy están aquí demostrando que nos tienen en sus corazones», concluyó el líder campesino Miranda.

Asimismo, en el municipio de San Juan Nepomuceno, 10 mujeres cabeza de hogar de la Corporación Narrar para Vivir fueron beneficiarias del predio Tolima, con una extensión de 196 hectáreas. Esta organización, conformada exclusivamente por mujeres de distintos municipios de los Montes de María, fue creada en el año 2000 como un espacio de juntanza y resiliencia frente a las heridas del conflicto armado.

A través de las ollas comunitarias, ellas han compartido sus historias y han emprendido procesos de sanación individual y colectiva frente a las atrocidades del conflicto armado en la zona, que en aquellos años les arrebató esposos, hijos, hermanos y el derecho a vivir en paz y en comunidad.

Con tan significativa entrega de tierras, ya son cerca de 4.500 hectáreas las que han sido adjudicadas a campesinos y campesinas del departamento de Bolívar, quienes hoy pueden decir con dignidad y esperanza: “Esta tierra sí es mía».

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