Desde las 5:00 a. m. y hasta las 11:00 a. m. de este miércoles, el sector de María Paz, en la localidad de Kennedy, fue escenario de una megatoma que reunió a más de 150 uniformados de la Policía de Bogotá y equipos de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ), Migración Colombia, Secretaría Distrital de Salud (SDS), Secretaría Distrital de Gobierno (SDG), Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), Departamento Administrativo de La Defensoría Del Espacio Público (DADEP), Instituto para la Economía Social (IPES) y la Alcaldía Local de Kennedy.
El operativo, realizado en cumplimiento de una Acción Popular, permitió la inspección, vigilancia y control de establecimientos conocidos como pagadiarios, donde se efectuaron controles migratorios y la recuperación del espacio público.
En medio de los controles a pagadiarios, Migración Colombia detectó que un ciudadano venezolano tenía vigente una orden de expulsión emitida en Bucaramanga desde 2020. El hombre fue trasladado por las autoridades para ejecutar su salida definitiva del país. Esta persona se encontraba en Bogotá desde hace tres meses evadiendo la deportación. En estos registros, otro extranjero fue sorprendido sin documentos y entregó a los oficiales de Migración un número de identificación que no coincidía, porque aparecía el nombre de una mujer.
Al intentar justificar que debía trabajar, los oficiales le recordaron que carecer de permiso de permanencia no podía ejercer labores en Colombia y que incurría en una causal de deportación.
Por otro lado, durante la intervención, en una habitación de un pagadiario, debajo de un colchón, la Policía encontró varias dosis de base de coca listas para su distribución, lo que llevó a la suspensión inmediata del establecimiento. Otro pagadiario fue suspendido por no contar con la documentación legal para funcionar como hospedaje.
Durante la jornada se hizo control a vendedores informales que se encontraban en vía pública. En una de las calles encontraron la venta ilegal de medicamentos y dispositivos médicos. En total, fueron decomisados 70 kilos de analgésicos y otras drogas de uso medicado que estaban siendo comercializadas sin control sanitario.
Este operativo dejó como resultado la recuperación de 3.000 metros cuadrados de espacio público y la recolección de 7 metros cúbicos de residuos mixtos.
“Estas intervenciones buscan atacar fenómenos ilegales como el tráfico de drogas, la ocupación indebida del espacio público y las irregularidades en pagadiarios, al tiempo que refuerzan la seguridad de la comunidad”, afirmó el secretario Distrital de Seguridad, César Restrepo.