Los firmantes de paz del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Caño Indio, ubicado en el municipio de Tibú (Norte de Santander), tendrán acceso a vivienda definitiva gracias a un convenio entre el ministerio de Vivienda y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Así se anunció este martes en desarrollo del Consejo Nacional de Reincorporación (CNR) número 154, espacio donde se abordan los avances en acceso a tierras, vivienda y seguridad para las personas en proceso de reincorporación del Catatumbo.
“Es una excelente noticia para las y los firmantes que habitan el ETCR», afirmó la directora de la ARN, Alejandra Miller, al destacar la entrega de las 802 hectáreas para el traslado y la consolidación del ETCR de Caño Indio, donde residen 28 firmantes y 15 de sus familiares.
Este es un paso fundamental para garantizar el arraigo de las y los firmantes de paz que resultaron afectados durante la emergencia humanitaria presentada desde el 16 de enero, agregó Miller.
Asimismo, manifestó que los reincorporados contarán con tierra suficiente y productiva, además tendrán acceso a vivienda, que es una garantía fundamental para su proceso de reincorporación.
Laura Sanguino, funcionaria del Ministerio de Vivienda, destacó la voluntad del Gobierno para sacar adelante la iniciativa.
“Es una insignia y una entrega que quiere hacer este Gobierno del Cambio a las y los firmantes de paz. Aquí hay voluntad política para sacar adelante este proyecto», resaltó Sanguino durante el CNR.
El proyecto no solo incluirá la construcción de viviendas; también garantizará el acceso a servicios públicos esenciales como agua potable y energía. La propuesta del ministerio de Vivienda es que este proyecto se construya de la mano con los firmantes de paz, la ARN y otras entidades del Gobierno nacional.
Además se busca fortalecer sus capacidades organizativas, involucrándolos activamente desde las fases iniciales de recolección de información y postulación para subsidios de vivienda, hasta la estructuración de la obra, los estudios, diseños y la ejecución de la construcción.
Afectaciones a excombatientes
En la jornada también se dio a conocer un balance de la situación en el territorio. Lorena Corvera, coordinadora territorial de Norte de Santander de la ARN, detalló cómo la emergencia humanitaria que enfrenta la región ha tenido profundas repercusiones para el proceso de reincorporación económica, social, comunitaria y política.
Respecto a las afectaciones a la sostenibilidad económica de los excombatientes en el Catatumbo, Corvera detalló que 31 proyectos productivos han sido despojados por grupos armados, mientras que 63 fueron abandonados debido al desplazamiento forzado.
Otros 110 proyectos enfrentan serias dificultades en el abastecimiento de insumos y la comercialización de sus productos y solo 57 proyectos no registraron afectaciones, debido a su ubicación alejada de los focos de confrontación armada.
En la sesión del CNR se anunció una inversión de 6.000 millones de pesos para la reactivación de estas iniciativas.
La coordinadora territorial también se refirió a las múltiples afectaciones que han enfrentado los firmantes de paz, incluyendo restricciones a la movilidad, amenazas constantes, despojo de tierras y graves impactos en sus proyectos productivos.
A esto se suma que han sido blanco de acusaciones infundadas de colaboración con actores armados, lo que ha generado afectaciones a su salud mental y la suspensión de sus Planes de Reincorporación Integral.
Dairo Vallejo, firmante de paz y líder del ETCR de Caño Indio, destacó el rol de la ARN como un aliado clave en la construcción de paz. No obstante, expresó una profunda preocupación por la situación en el Catatumbo, aunque persiste el optimismo para salir adelante:
“Gracias a la ARN y a algunas entidades teníamos proyectos productivos. Hoy quedamos en cero. Seguimos insistiendo porque la guerra no es la salida. Vamos a demostrarles a nuestros hijos que ese es el camino», concluyó, subrayando la resiliencia y el compromiso de los firmantes con la construcción de un futuro sin violencia.
“No ha sido fácil, pero hemos llegado a territorio de la mano de las comunidades. Construimos placa huella, hicimos talleres de formación y demostramos que con la palabra, la paz y la incidencia sí se puede construir», agregó Vallejo.
Llamado a protección de los firmantes
Durante el primer bloque del CNR se abordó el tema de seguridad de los firmantes de paz. Sobre el particular la directora programática de la ARN, Tania Rodríguez, señaló que “la reincorporación es un tesoro de la paz y debe ser un compromiso de todas y todos trabajar para que, nunca más, se registre un asesinato de un firmante».
Informó que actualmente hay 516 firmantes de paz activos en el Catatumbo, de los cuales 198 residen en cascos urbanos y 318 en zonas rurales dispersas.
Señaló que, desde el inicio de la emergencia humanitaria, la subregión ha registrado el asesinato de 6 firmantes, 7 más permanecen desaparecidos, 195 han sido confinados y 216 se han visto obligados a desplazarse.
Asimismo, los municipios de Convención, El Tarra, Teorama y Tibú son los más afectados por homicidios y desapariciones.
Las acciones realizadas
En el balance presentado en el CNR se destacó que la ARN activó protocolos para proteger a la población, desplegó apoyo territorial para firmantes de paz desplazados en vulnerabilidad y gestionó ante autoridades el acceso a servicios básicos como salud y educación.
Además, junto con la Unidad para las Víctimas y entes territoriales, se han entregado 1.518 ayudas humanitarias.
En el albergue Centro Integral Atención a Migrantes (Ciami) se distribuyeron más de 12,6 toneladas de alimentos, 1.029 kits de higiene y se brindaron 795 atenciones médicas y psicosociales.